Santiago. Los habitantes de los distritos municipales de La Canela y Hato del Yaque enfrentan a la misma situación que viven las familias de La Vega con su vertedero, debido a la constante humareda que afecta la salud de sus residentes.
A pesar de los trabajos de acondicionamiento para que el basurero solo sirva como estación de transferencia, el humo se expande por gran parte del poblado de La Canela.
Rudy Capellán, presidente de la Asociación para el Desarrollo de La Canela ha venido criticando la falta de respuesta por parte de las autoridades para solucionar un problema que desde hace años afecta la salud de su población.
Se espera que la próxima semana empiecen a llegar algunas volquetas, palas mecánicas y otros equipos que permitan dar apoyo al plan de transferencia de la basura hasta el ecoparque de Rafey en el municipio cabecera de Santiago de los Caballeros.
Creen que manos ocultas les dan candela a los materiales plásticos que son depositados en el basurero.
El vertedero que comparten los distritos de La Canela y Hato del Yaque opera a escasa distancia del proyecto habitacional Ciudad del Yaque, plan de viviendas iniciado hace siete años y que no ha podido despegar.
El proyecto permitirá construir 6,780 viviendas, en el distrito municipal de Hato del Yaque.
“Los que vivimos en La Canela somos los más afectados debido a que el humo se extiende en gran parte de este distrito, causando problemas respiratorios y gripales”, expresa Domingo Hidalgo, residente en esa zona.
El Batey I y II, son de las comunidades más afectadas por la constante humareda que se desprende del basurero.
En el caso del vertedero de Moca, en la provincia Espaillat que también fue convertido en una estación de transferencia, representantes de organizaciones comunitarias y populares denuncian que persiste la problemática de la contaminación y el hedor. Lo mismo sucede con Puerto Plata.