Santiago. El general retirado José Miguel Soto Jiménez, exministro de defensa de la República Dominicana, afirmó que la inmigración ilegal de haitianos atenta contra la democracia dominicana.
Sostuvo que, para solucionar ese problema, lo primero es reconocerlo, y que la sociedad dominicana tiene que reconocer que tiene un gran problema, que no solamente es humanitario, sino que atenta contra la soberanía y la existencia de la República Dominicana. Afirmó que la inmigración ilegal indiscriminada se está tragando los frutos de la democracia dominicana, unos frutos que le han costado muchos sacrificios al pueblo.
Al considerar que nuestra democracia no es perfecta, recordó lo que le costó, por ejemplo, a la sociedad dominicana la lucha por el 4%, sin embargo eso está amenazado porque en las escuelas dominicanas, en todos los niveles, hay una presencia de estudiantes haitianos ilegales que les están robando el puesto a los dominicanos, a los que para sus impuestos, a los que son de aquí, que es el mismo caso de la salud pública.
Frontera pluridimensional
Soto Jiménez se expresó en esos términos al participar como orador invitado del grupo filosófico y cultural La Tertulia Terturama, durante un encuentro en el Centro de Convenciones y Cultura Dominicana Utesa, donde además sostuvo que en la frontera no termina la patria, sino que es donde comienza la patria.
“Sin embargo se está viviendo la situación de que la frontera dominicana es una frontera pluridimensional, porque esa misma frontera pasa por los hospitales dominicanos, esa misma frontera pasa por nuestra escuelas, pasa también por las maternidades, pasa por los mercados de trabajo, pasa por la economía informal, entonces es un gran problema”, expresó.
En ese sentido dijo que los haitianos ilegales siguen pasando, entonces hay que sacarlos, si se quiere de forma humanitaria, pero hay que impedir que sigan pasando, porque el país está en el cuento de nunca acabar.
El pueblo dominicano es el único pueblo de América Latina, junto con México, que tiene problemas fronterizos desde hace más de 350 años, recordando que todos los problemas fronterizos vienen desde la época de la colonia temprana. Sostuvo que con el tema de las dificultades y las problemáticas dominico-haitianas se ha impuesto una especie de apostolado con esto de orientar, y sobre todo crear conciencia del gran problema que tiene el país. En el encuentro participaron miembros, amigos y colaboradores del grupo.
Problema involucra a militares y civiles
Al ser cuestionado sobre la presunta red de tráfico de haitianos, desarticulada mediante la Operación Frontera, sostuvo que es propia de la descomposición social que hay en el país y que hay que corregir fundamentalmente con el cumplimiento de la ley. En el caso de los militares deben procurar que su reglamentación se cumpla, pero también hay que comprender que estos son especies de pararrayos, porque constitucionalmente no pueden deliberar.