Santiago. Ante la tardanza en instalar un tomógrafo y poner en funcionamiento los quirófanos en el hospital infantil Arturo Grullón, el pastor Pablo Ureña volvió a protestar con lo que denominó un “infeliz cumpleaños”.
El religioso se manifestó frente al centro de salud, junto a representantes de grupos sociales y estudiantes del programa Niños con una Esperanza, entidad que dirige. Como parte del denominado infeliz cumpleaños, llevó un bizcocho y los niños se colocaron gorritos, para conmemorar los años sin que sea instalado el tomógrafo.
Desde hace tres meses comenzó a instalarse el aparato, pero ante los problemas burocráticos para colocarlo, sobre todo que impida ser afectado por problemas eléctricos, se ha demorado. El centro de salud tenía seis años sin tomógrafo, lo que impide que por año puedan realizarse unos tres mil estudios.