Santiago. El servicio de agua potable es cada vez más precario. Comunidades que recibían el líquido con regularidad, son sometidas a un proceso de regulación y otras tardan hasta una semana y quince días para recibirlo.La problemática obedece a que la Corporación de Acueducto y Alcantarillado enfrenta un déficit de 20 millones de galones por día.
En barriadas y urbanizaciones de Santiago la situación es tan crítica que algunos comunitarios llaman a que la provincia de Santiago sea declarada en estado de emergencia, debido a que la crisis es tal que llevan varios días sin recibir una gota del vital líquido.
Actualmente, la demanda es de 134 millones de galones y apenas suplen 114 millones, según informaron las autoridades acuíferas. El nivel de la presa Tavera es de cierta estabilidad y el fin de semana se encontraba en 320.45 metros sobre el nivel del mar, pero las altas temperaturas obligan a un mayor consumo.
Coraasan suple a los municipios Santiago, Tamboril, Licey al Medio, Villa González y Puñal.
Justificación
“Desde el mes de julio, con las altas temperaturas, nos hemos visto obligados a regularizar el servicio en zonas altas y periféricas, pero no podemos decir que hay que declararlo en estado de emergencia”, expresa Héctor Jáquez, director operativo de la Coraasan.
La agudización del servicio ha llevado a comunidades del municipio de Tamboril, en la provincia de Santiago, a manifestarse en varias ocasiones, con protestas que van desde piquetes hasta vigilia.
En el barrio Los Polanco, los comunitarios deben almacenar agua en galones y guardarlas en habitaciones, debido a que la Coraasan sólo ofrece el líquido una vez a la semana.
“Para bañarnos debemos hacer malabares y guardar agua en todo tipo de vasijas. Estamos cansados de promesas de mejorar el servicio, y no hacen nada”, refiere Ramón Polanco, residente en el sector Los Polanco.
Otra de las quejas de comunidades enclavadas en la parte norte del municipio, es que reciben altas tarifas, cuando ni siquiera les llega agua de forma permanente. En el sector Los Reyes, sus moradores llevan semanas sin recibir agua, mientras que en Licey al Medio tuvieron que regular el servicio y apenas ofrecen el líquido dos y tres veces por semana, pese a que la presa se encuentra en buen nivel.
Hasta en pleno casco urbano, sectores como Los Pepines han visto reducir los días de la semana con los que contaban con servicio de agua potable. Los problemas de crisis del líquido no son exclusivos de Santiago, pues también en Moca comienzan a manifestarse contra la Corporación de Acueducto y Alcantarillado de Moca (Coramoca). La pasada semana, los moradores de La Ermita salieron a las calles para exigir de la empresa acuífera que mejore el servicio y para denunciar la alta facturación.
Parte baja de la ciudad también enfrenta crisis
El periodista Ramón Lora dijo que Santiago vive hoy la peor crisis de agua potable de los últimos treinta años.
“La situación es tan grave, que sectores ubicados en la parte baja de la ciudad, a los cuales el líquido debe llegar por gravedad, permanecen siete, diez y hasta quince días sin recibirlo. Es una situación alarmante”, expresa Lora en un documento.
En sectores como Baracoa y La Joya, los residentes gozaron por años de agua permanente, pero en los últimos días dejaron de gozar de ese privilegio.