Santiago. Un camión que sirve como furgón, con usuarios que esperan debajo de árboles y médicos en una pequeña carpa, se ofrecen los servicios de consulta, a pesar de la inauguración del remozado hospital del municipio de Tamboril.
El centro de salud doctor Jorge Armando Martínez fue entregado el sábado pasado, por el presidente Luis Abinader con el remozamiento general y ampliación del área de emergencia.
Sin embargo, la falta de personal y de equipamiento ha impedido que sea abierto a los usuarios, quienes reciben atenciones en dos puestos improvisados.
En el camión furgón, instalado en un solar, en la carretera principal, prácticamente frente al cuartel policial, las condiciones son precarias. Cuando llueve, las consultas dejan de ser ofrecidas, debido a las condiciones.
Al menos siete sillas deterioradas fueron colocadas debajo de una mata de rompevientos que sirve como área de espera.
Problema
Al lado del remozado hospital, un local improvisado es utilizado para emergencia y toma de muestras. No obstante, carecen hasta de sillas de ruedas, para pacientes que llegan en condiciones críticas de salud.
Melanio López acudió a la emergencia para recibir atenciones médicas. Sin embargo, refiere que apenas le tomaron la presión.
“Yo no sé lo que está pasando. Uno viene aquí y se encuentra que no se puede ni siquiera acudir a una consulta. El presidente no debió inaugurar un hospital que ni tiene personal, ni tampoco lo equiparon”, expresa López al hablar con reporteros de elCaribe.
En el local improvisado, los usuarios que acuden a un electro, deben permanecer sentados en el piso. En tanto que los resultados son entregados por una de las ventanas.
Usuarios se quejan de las limitaciones del centro
Al momento en que elCaribe, recorría las áreas, un hombre fue llevado en condiciones delicadas. El portero y un familiar tuvieron que cargarlo en sus hombros, debido a que carecían de silla de ruedas. Algunos usuarios dicen que en los espacios inaugurados, apenas funciona laboratorio. Ante el temor a represalias, médicos y enfermeras se niegan a hablar del problema.