Santiago. La embestida contra los indocumentados haitianos no ha impedido que niños y hasta adultos permanezcan en las calles del municipio de Santiago de los Caballeros como pedigüeños o limpiavidrios.
Desde menores hasta adolescentes de la vecina nación sobreviven expuestos a la lluvia o a las altas temperaturas, en las avenidas Juan Pablo Duarte, 27 de Febrero o Estrella Sadhalá.
También algunos adultos con sus niños se colocan a las entradas de los principales supermercados para pedir una ayuda que les permita alimentarse.
Mientras que la diáspora haitiana mostró su profunda preocupación ante la inminente crisis de deportaciones masivas en la República Dominicana y lo atribuyen a la falta de representación de autoridades de Haití.
Afirma que la embajada de Haití, particularmente bajo el liderazgo de la jefa consular Sherline Celiscar, es cómplice de los problemas actuales que enfrentan los haitianos en la República Dominicana.
Diáspora culpa autoridades Haití
De acuerdo con los directivos de la Asociación de los Nacionales Haitianos en el Extranjeros (ANHE), la falta de una representación diplomática efectiva es evidente, porque los diplomáticos haitianos parecen desconectados e inútiles, y no logran fomentar una relación constructiva entre las dos naciones.
Y agrega, que en lugar de trabajar para reabrir fronteras, mejorar el comercio y promover la cultura haitiana, se pierde una oportunidad de colaboración entre empresarios dominicanos y haitianos que a menudo están en desacuerdo.
Para abordar estos desafíos, propone acciones como el despedir a los diplomáticos actuales que sean ineficaces y carezcan de conocimiento de la situación.
Plantea la necesidad de que se realicen cambios en el personal diplomático.
Diálogos abiertos y abrir la frontera al comercio
La diáspora plantea diálogos abiertos entre ambos países, reabrir fronteras para facilitar el comercio y el intercambio cultural, designar diplomáticos competentes que puedan negociar acuerdos beneficiosos para la población haitiana e implementar medidas de control fronterizo para gestionar eficazmente el tráfico y la inmigración ilegal.
