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Santiago. El inicio de la temporada ciclónica encuentra una gran parte de sus fuentes acuíferas y canales de riego de Santiago arropados por la basura y materiales plásticos.
Tanto el río Yaque del Norte, como los canales de riego Ulises Francisco Espaillat, el Monsieur Bogart, así como como las cañadas y arroyo de Gurabo, Pontezuela y Nibaje han sido convertidos en grandes focos de contaminación por los desperdicios que son lanzados por las familias que viven en su entorno.
La provincia de Santiago tiene 92 puntos críticos que son propensos a inundaciones y deslizamiento de tierra. Sin embargo, el municipio cabecera de Santiago de los Caballeros presenta las zonas de mayor riesgo con el arroyo de Gurabo, el que en toda su ribera es ocupada por 20 comunidades. En tanto que la cañada del Diablo en la zona sur y el arroyo de Pontezuela, a su paso afectan barriadas como El Fracatán y Nibaje.
En la parte norte del municipio están las cañadas de Vuelta Larga y la de Baldón, que se ven afectadas por la contaminación y que con las crecidas por lluvias provocan inundaciones. Esta, al igual que otras fuentes acuíferas permanecen arropadas por basura y plástico.
Francisco Arias, director regional de la Defensa Civil, sugiere que las alcaldías en coordinación con el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos pongan en ejecución planes para prevenir que las personas que viven en zonas vulnerables lancen plásticos a los canales y arroyos. “Es importante que involucremos a las juntas de vecinos para concienciar al ciudadano a que no lance desperdicios en las fuentes acuíferas, debido a que esto contribuye a que se produzcan inundaciones repentinas en esas comunidades”, apuntó Arias.
El director del organismo de socorro recordó que las alcaldías también deben garantizar un buen sistema de recogida de basura y consideró necesario aplicar drasticidad con esos planes para evitar que se produzcan inundaciones repentinas en los lugares ya mencionados como vulnerables.