Santiago. Una parte de los limpiavidrios que permanecieron durante años en los semáforos de avenidas de este municipio y que fueron desalojados por la alcaldía, comienzan a trabajar en puestos improvisados de frutas.La mayoría de estos jóvenes y adolescentes y hasta muy adultos rechazan la propuesta de la alcaldía de contratarlos como lavadores de vehículos del cabildo, por entender el salario es pírrico. Tomás Hiraldo Valenzuela dijo quepermaneció durante 14 años limpiando cristales de vehículos en la rotonda del Ensanche Libertad, en la esquina formada por las avenidas 27 de Febrero y Estrella Sadhalá.
Desde la pasada semana comenzó a vender piñas en el mismo lugar que por años utilizó para dar un servicio cuestionado por diversos sectores. “Yo tengo tres hijos y no puedo dejar que se mueran del hambre. Como nos rechazan limpiando vidrios, entonces tengo que vivir de algo y esto fue lo primero que me ofrecieron”, apuntó Hiraldo Valenzuela.
La medida municipal, de quitar a las personas dedicadas a limpiar cristales y vender los parabrisas, ha sido acatada de forma rotunda. Sin embargo, aún quedan los vendedores de cover para celulares que de igual modo ocupan las vías.
“Antes me ganaba hasta mil pesos por día limpiando cristales de carros. Nos dicen que solo pagan cuatro mil, cómo mantengo a mi familia con eso”, expresa Hiraldo Valenzuela. Sin embargo, entre quienes se dedican a la venta informal de mercancías, reconocen la molestia que causaban los limpiavidrios a los que circulan por las avenidas.
“Muchas veces uno veía que le pedían dinero a la mala por pasar un trapo y eso es lo que más incomodaba mayormente a las mujeres”, apunta Francisco Vargas, quien lleva más de diez años con un puesto de venta de cocos en la avenida 27 de Febrero. El alcalde Abel Martínez ha advertido que no retrocederá en su posición de organizar a la ciudad.