Santiago. La Iglesia Católica consideró que cuando una sociedad se vuelve indiferente, y ve el dolor y la tragedia como un episodio más, está cerca del abismo y la desaparición.
“Cuando un pueblo mira las muertes violentas y se queda sumando nuevas víctimas, como si fuera una operación matemática, entonces estamos frente a un conglomerado que perdió el rumbo, dejando atrás los valores que dan sentido a nuestra existencia”, expresa el editorial del semanario Camino, órgano del Arzobispado de Santiago y la Conferencia del Episcopado Dominicano.
Indica que ya las noticias que narran crímenes horrendos se hacen cotidianas. “Estamos perdiendo la capacidad de asombro frente al mal, y muchas personas están olvidando el mandato divino de: ‘No Matarás’”, apuntó.
En ese sentido, Camino expresa que una parte de la sociedad dominicana está socialmente enferma y lo demuestra que un desacuerdo se resuelve con balas, mientras el diálogo apaciguador ha quedado atrás.