Pese a la importancia de la investigación clínica, en el país es materia pendiente para aprender en las universidades.
El Hospital José María Cabral y Báez ha hecho decenas de investigaciones que ayudan a eficientizar el diagnóstico y tratamiento de ciertas enfermedades, a pesar de que Salud Pública no le asigna un presupuesto para ello, como ocurre en países avanzados, donde se destinan recursos para la biomédica y clínica.
Mediante investigaciones clínicas también aportan a la seguridad y efectividad de medicamentos, dispositivos, productos diagnósticos, nutrición o cambios de comportamientos en humanos, esto gracias a la iniciativa del doctor Sergio Bencosme que en 1979, cuando se construyó el centro de salud, sugirió la creación del Departamento de Investigaciones Clínicas o Centro de Investigaciones Biomédicas y Clínicas (Cinbiocli), donde lideró la ejecución de 118 investigaciones, siendo las más conocidas las del campo de la función endocrina del páncreas y el corazón.
A modo de tributo por los aportes de Bencosme, tras su salida en el 2010 fue designado con su nombre el centro que actualmente dirige una de sus alumnas, la doctora María Zunilda Núnez, quien junto a un capacitado equipo de investigadores ha realizado con éxito indagaciones sobre la posibilidad de hacer partos después de cesáreas en casos específicos, midiendo a través de sonografía el tamaño del útero.
“Otro trabajo que se hizo fue sobre el impacto de la detección de leptospirosis con PCR en tiempo real. Estamos trabajando con diagnóstico de infecciones agudas potencialmente mortales en adultos; estamos trabajando con preeclampsia y con alteraciones cognitivas de los pacientes con diabetes y alzheimer”, informó la doctora Núnez. También citó entre los proyectos de investigación que llevan a cabo, uno sobre cómo predecir y prevenir la preeclampsia y eclampsia, porque es una de las causas más importantes en mortalidad que se ve, sobre todo en adolescentes. Estudiaron un grupo de 275 adolescentes, evaluando una prueba diagnóstica que podría decir si le va a dar preeclampsia antes que le aparezca.
Materia pendiente
Pese a la importancia de las investigaciones clínicas y biomédicas, Núnez lamenta que todavía en el país se utiliza como algo para aprender en las universidades, se hacen tesis, pero trabajar como investigador no está dentro del sistema. Además de no tener presupuesto, a menos que gane un concurso de Fondocyt, otro de los problemas que enfrentan los investigadores clínicos y biomédicos, es que en Santiago no tienen sistemas de diagnóstico temprano para el médico del sistema público, y hay una serie de enfermedades infecciosas que pueden complicar al paciente, y tienen que auxiliarse de las investigaciones científicas hechas a nivel mundial por asociaciones que conocen del problema o hacer un acuerdo con un laboratorio privado.
“El país ha avanzado mucho en muchos sentidos, pero en un sistema de validación de datos científicos, con todo lo que tenemos, todavía nos falta mucho. Al sistema de salud de la República Dominicana le urge fortalecer al menos la investigación clínica porque es factible”, sostiene la encargada de Investigaciones Clínicas y Biomédicas del Cabral y Báez. La doctora, que lleva 36 años investigando, sostiene que ni el hospital ni el Ministerio de Salud disponen de presupuesto para investigaciones y eso retrasa enormemente la inmediata respuesta.
“En países avanzados el fondo para investigaciones es mayor que el fondo de salud pública, pero aquí el presupuesto de salud es muy poco, y dentro del presupuesto no tiene el Ministerio de Salud hasta la fecha, fondos para investigaciones. Entonces, la calidad de salud solo se va a lograr cuando se tengan datos de lo que está pasando”, sostuvo.
A los inconveniente se suman los años que lleva en reparación el Cabral y Báez, lo que ha dilatado las investigaciones. “Le tumbaron las paredes con ellos adentro”, y hay países avanzados que tienen fondos y quieren trabajar con enfermedades tropicales como el dengue, pero se necesita una estructura. La estructura donde estará el Cinbiocli en teoría la entregaron, no en la práctica.
Cree se debe incentivar la investigación
Núñez afirma que las clínicas privadas tienen sus departamentos de investigación, pero a nivel público hay pocas investigaciones, y que dadas las condiciones del Cabral y Báez, este, junto a la maternidad y el hospital infantil pueden ser transformados en una unidad piloto de investigación. En el 2012, la doctora Núñez se fue un año a capacitarse en investigación clínica en la universidad de Harvard, y al terminar coordinó con el director general para traer el curso al país, y al llegar en el 2013 comenzaron a reparar el hospital. En la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra le facilitaron un espacio para dar el curso, gestionó los fondos con la Academia de Ciencia, y a la fecha hay 98 personas certificadas. Propone que se asuma ese modelo educativo, ya que el país tiene sus médicos con este expertis y deben ser aprovechados. “Propongo esta iniciativa como plan piloto y a medida que tenga impacto se vaya replicando”, dijo.