Santiago. Ver de forma repetida el video en el que un joven se desplaza a alta velocidad y en vía contraria y la forma en que impacta a Juan Peralta Salas hasta arrebatarle la vida, llena de impotencia a sus familiares que temen pueda salir en libertad.
Peralta Salas, de 48 años y padre de seis hijos, laboraba desde hace ocho años como repartidor del periódico elCaribe y resultó muerto la madrugada del lunes cuando se dirigía a su habitual entrega de periódicos por la avenida 27 de Febrero en el sector Villa Progreso.
El imputado Anderson Almonte Fernández, residente en el sector Padre las Casa, al norte de este municipio, fue apresado a pesar de ofrecer datos contradictorios para esquivar a la justicia.
Almonte Fernández se desplazaba en un carro color blanco cuando envistió la motocicleta CG 150 que manejaba Peralta Salas.
La audiencia está contemplada para las nueve de la mañana del viernes en la tercera sala del juzgado de Paz que opera en el Centro del Automovilista. “Este joven fue tan irresponsable que huyó y fue apresado cuando fue a llevar a su acompañante Arnelis Herrera a un centro de salud que también resultó herida con el impacto. Lo que pedimos es que recaiga todo el peso de la ley, porque no fue a un perro que él mató”, apunta su esposa Denia del Carmen Espinal.
En la casa 46 de la calle F del sector Pekín, donde residía Juan Peralta Salas, todo era dolor. En la mesita de la sala de la vivienda permanecen colocadas varias fotografías con la imagen de Juan, a quien todos en la barriada lo veían como el niño grande, por su actitud desinteresada en ayudar a los demás.
Elizabeth de la Nuez narró que durante el proceso de levantamiento de los datos sobre el accidente en el Centro del Automovilista, supuestamente un fiscal que se encontraba allí le advertía que el matador de Juan Peralta Salas saldría en libertad. “Ese fiscal me dijo, si tiene un vehículo y un seguro, hay que soltarlo en 72 horas”.