SANTIAGO. La sequía y las altas temperaturas limitan la producción de agua, situación que la población ya siente con un precario en servicio de agua potable.
De un estimado de 1,300,000 habitantes en toda la provincia, la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santiago (Coraasan), estima que 650 mil reciben el vital líquido con regularidad. El resto, ubicado en periferias, deben hacerlo mediante el servicio sectorizado o calendarizado. Actualmente la producción de agua es de apenas 105 millones de galones por día, pero para dar un servicio con eficiencia a los usuarios regulados, se requiere de 120 millones, de acuerdo a lo informado por Héctor Jáquez, director de acueductos de la institución. Con la sequía, el embalse Tavera Bao ha disminuido tres metros y de 320.15 metros sobre el nivel del mar que se encontraba hace dos meses, el día de ayer se situó en 317.73. Apenas entran 15.64 y sacan 20, que son utilizados para consumo humano y producción agrícola.
Las presas
Sobre la realidad de la presa de Monción informó que se encuentra en 253.01 meros sobre el nivel del mar, con una entrada de nueve de 9.5 metros cúbicos por segundo. Jáquez aclaró que a pesar de las lluvias caídas en el mes de mayo, estas no fueron suficientes para los embalses Tavera-Bao y se le suma el nivel controlado, que por asuntos de seguridad se mantiene en la temporada ciclónica. Dijo, que la sequía ha estado afectando todo el país, pero con más fuerza en la Cordillera Central, disminuyendo de manera significativa la captación de agua para los embalses Tavera-Bao.
Héctor Jáquez explicó que a pesar de una disminución en la captación de agua, las plantas procesadoras de agua de Coraasan siguen produciendo la misma cantidad, pero se siente la escasez por un mayor consumo de la población por las altas temperaturas.
Esparan situación mejore con lluvias
El encargado de Agua Potable de Coraasan dijo esperar que en los meses de agosto y septiembre llegue la lluvia tranquila y el nivel de las presas se recupere. Jáquez se mostró confiado que en un futuro cercano, cuando terminen el acueducto Cienfuegos que está en la etapa final y el de la Ciudad Juan Bosch-La Canela, esas crisis serán más manejables.