Santiago. La comunidad católica celebró el Día de Corpus Christi, con una misa en el estadio Cibao donde acudieron 17 mil feligreses. El escenario fue aprovechado para despedir al nuncio apostólico de su Santidad, monseñor Jude Thaddeus Okolo.La comunidad católica celebró el Día de Corpus Christi, con una misa en el estadio Cibao donde acudieron 17 mil feligreses. El escenario fue aprovechado para despedir al nuncio apostólico de su Santidad, monseñor Jude Thaddeus Okolo. El representante del Vaticano, quien tuvo a su cargo presidir la eucaristía, con nostalgia y a punto de soltar las lágrimas por los tres años y seis meses que duró frente al cargo, destacó que deja una Iglesia Católica dominicana que sabe enfrentar los retos.
Dijo que a su llegada al país le ocurrió algo especial que no quiso mencionar, pero agradeció a quienes le tendieron la mano, desde obispos, sacerdotes y a la comunidad católica en sentido general. Al ser preguntado por elCaribe el legado que dejaba a la Iglesia católica en el país durante su estadía, Okolo, quien fue designado para asumir funciones en Irlanda del Norte, consideró que él es el bendecido por el respaldo brindado.
El nuncio se hizo acompañar del arzobispo de la arquidiócesis de Santiago, Freddy Bretón; el arzobispo emérito, Ramón Benito de la Rosa y Carpio y el obispo auxiliar Valentín Reynoso.
De su lado, monseñor Bretón destacó la labor pastoral realizada por monseñor Okolo y dijo que éste llegó en un momento difícil en la historia de la iglesia en República Dominicana, debido a los cambios que se presentan, incluyendo los generacionales.
Bretón indicó, además, que el nuncio se ha ganado el cariño y respeto al acudir al llamado de todos en su servicio pastoral.
También se refirió a la necesidad de que la sociedad dominicana mantenga la unidad para afrontar los retos existentes y los por venir. “Es un desafío preservar la unidad entre todos para que la sociedad no se corrompa por el pecado”, adujo el arzobispo de Santiago.