Santiago. Los operativos que llevan a cabo inspectores de la Dirección General de Migración en el Cibao, se ven marcados por denuncias de extorsión, con el cobro a extranjeros apresados para ponerlos en libertad, agresiones al ser desmontados de carros de taxis y del concho y hasta en fincas agrícolas.
A estas acciones deMigración se suman algunas denuncias contra agentes policiales que se presentan a barriadas y campos y llegan al punto de penetrar a viviendas y cargar con ajuares, objetos que luego son devueltos tras pagar entre seis mil y diez mil pesos.
Una mujer de nacionalidad haitiana que fue apresada en la mañana del martes, denunció que fue sacada a la fuerza mientras laboraba en una plantación de cebolla en el distrito municipal de La Canela, al oeste de Santiago.
La dama fue llevada a la oficina regional de migración en el municipio de Santiago de los Caballeros, y allí junto a otros indocumentados metidos en un cuarto con fuerte hedor.
Para que puedan comer algo o tomar agua, un familiar pasa alimentos desde la calle, por las rendijas de hierro.
Juan Marte, de la Central Nacional de Trabajadores del Transporte (CNTT), dijo que las autoridades quieren ocultar su ineficiencia con el tema migratorio, aprensando taxistas o choferes de rutas urbanas o interurbanas en el centro de la ciudad, por montar a supuestos indocumentados.
“Entiendo que la Cancillería de la República ha fracasado, en llevar de manera correcta las relaciones binacionales, entre Haití y la República Dominicana y lo mismo ha ocurrido con las autoridades de migración y con los que tienen la responsabilidad de garantizar que las leyes en materia migratoria se cumplan”, dijo Marte.
Indicó que el papel de los choferes es de transportar a las personas sin importar su nacionalidad.
“Los choferes no están revestidos de autoridad migratoria para pedirle papeles a nadie”, expresó Marte.