Santiago. El estudio de impacto realizado al río Yaque del Norte y cuatro arroyos y cañadas de Santiago establece contaminación química y coliformes totales o fecales.Estos resultados son orientadores de la necesidad de conducir intervenciones de impacto que protejan el río Yaque del Norte y aseguren la preservación de la calidad de sus aguas para el consumo humano y la explotación agroindustrial. Con respecto a los coliformes totales y fecales, las mediciones se han efectuado en cuatro arroyos-cañadas, las que han sido evaluadas en diversas muestras. El promedio de las mediciones para la cañada de Arroyo Hondo fue de 7,700,000 nmp (Número de Medición de Potable)/100ml (Miligramos); para el Arroyo de Nibaje 7,700,000 nmp/100ml; para el Arroyo de Gurabo, 9,300,000 nmp/100ml y finalmente para el Arroyo de Jacagua 56,000,000 nmp/100ml.
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Mientras el río tiene una altísima contaminación físico-química y la turbidez medida por el indicador de Unidad de Turbidez Nefelométrica (UTN) al igual que los sólidos suspendidos aumentan drásticamente debido a las aportaciones de los sectores antes mencionados. Esto se debe a miles de viviendas sin conexión al sistema de tratamiento del agua residual y la degradación que generan los residuos sólidos arrojados al río. La turbidez del agua del río a la entrada a la ciudad está en 11 UTN y aumenta en 745 por ciento a la salida de Santiago con valores superiores de los 93 UTN. Al entrar 0.30 mg/l al salir 1.0 mg/l.
El estudio fue practicado por el consejo para el Desarrollo Estratégico de Santiago y la Corporación de Acueducto y Alcantarillado de Santiago (Coraasan). El amonio total es un indicador de contaminación química del agua, y el estudio evidenció que a la entrada del río a la ciudad está en 0.28 mg/l y a la salida alcanza los 2.19 mg/l.
Actividades agrícolas inciden en daños
El fósforo total está por encima de las normas requeridas como resultado de las actividades agrícolas. Los elevados niveles de fósforo, nitrógeno, amonio son indicativos de que el oxígeno disuelto, la demanda biológica de oxígeno, la demanda química de oxígeno y su grado de saturación como indicadores de calidad del agua, están alterados significativamente.