Santiago. La ocupación de cañadas y la solución al problema de las aguas residuales se han convertido en los principales obstáculos para poder avanzar en la recuperación del río Yaque del Norte.
Aunque las instituciones que trabajan en la recuperación de la principal fuente acuífera del país, tienen en proyecto varias intervenciones vía el convenio con la Presidencia de la República, la burocracia para erogar los recursos económicos, es otro de los escollos que presenta el saneamiento del Yaque. En la actualidad se elaboran varios proyectos que deben estar en condiciones para ser licitados para su ejecución, como son la construcción de varios colectores de aguas residuales, estaciones de bombeo y plantas de tratamiento. Además, se plantea intervenir toda la cañada del arroyo Gurabo y con paisajismo la ribera del Yaque del Norte y de las cañadas Nibaje-Pontezuela. Varios de estos proyectos deben ser iniciados este mismo año.
Proceso
Saúl Abreu, director ejecutivo de la Asociación para el Desarrollo Incorporada (Apedi), entiende que toma tiempo materializar estas obras debido a que se realiza todo conforme a la Ley de Compras y Contrataciones Públicas. Con relación a esto dijo que primero contrataron los diseños mediante licitación pública y eso tomó tiempo porque la ley establece plazos y procedimientos. Abreu indica que hay que contar con los diseños y presupuesto y pliego de condiciones para licitar según la ley, lo cual está en proceso. “Si tuviéramos ya eso listo, se estaría licitando ya la construcción, lo cual es de interés del gobierno de iniciar lo antes posible”, dijo el director ejecutivo de la Apedi.
Hay tramos del río Yaque del Norte donde se improvisaron barrios y ahora se debe hacer una inversión para desalojar y trasladar a los ocupantes de esos terrenos.
Incluye la recolección de las aguas residuales
Reynaldo Peguero, director ejecutivo del Consejo para el Desarrollo Estratégico de Santiago (CDES), explicó que los recursos relacionados para que inviertan en la recuperación del río Yaque del Norte, están expresados en siete proyectos que la Presidencia de la República interviene en Santiago, sobre todo en materia de aguas residuales.