Santiago. La promesa de la alcaldía de Santiago de retomar la construcción del mercado de Pekín aún no se cumple, y su estado de abandono empeora mientras los vendedores continúan hacinados desde hace cuatro años.
Y es que tras el conflicto con la dirigencia del Partido Revolucionario Moderno, que terminó con acusaciones ante el Ministerio Público, el ayuntamiento prometió que tras aprobar el presupuesto de este año, entre enero y febrero, retomarían la obra que se encuentra avanzada en carca de un 75 por ciento.
La edificación inicio marzo del 2015 en la gestión del alcalde Gilberto Serulle y busca acoger a 120 buhoneros en su mayoría vendedores de frutas, vegetales y otras que operan actualmente hacinados en locales improvisados. “Cuando Abel aspiró a alcalde, mi familia y yo votamos por él, vi que podía hacer algo por la ciudad, pero en estos años de gestión ni siquiera ha venido al mercado de Pekín para reunirse con nosotros y decirnos cuál es el problema de no terminar la obra”, expresó Ramona Vargas, quien vende flores desde hace 20 años.
Vargas asegura que el espacio es el principal foco de contaminación, debido a que sirve como alojamiento de consumidores de drogas que además toman el lugar como sanitario para hacer sus necesidades fisiológicas.
La ocupación de un amplio espacio de la vía principal, tomada por dueños de tarantines se constituye en un peligro para los que circulan en vehículos y para peatones. El diputado Ulises Rodríguez, del Partido Revolucionario Moderno (PRM), dijo que la alcaldía de Santiago se ha burlado al no incumplir la promesa de terminar la importante obra.
“Nosotros nos vemos precisados a retomar la protesta que iniciamos el pasado año con la denuncia que hicimos de las condiciones en que se encuentra el mercado”, expresó el legislador al conversar con elCaribe. Los vendedores dicen que recientemente el director del Fonper, Fernando Rosa se acercó a ellos, pero creen que se trata de una promesa de campaña política.