Santiago. El arzobispo de la arquidiócesis de Santiago, Freddy Bretón, llamó a la reflexión para determinar si en el país se está viviendo en una sociedad rota o enferma.
Al referirse a las muertes recientes de adolescentes, Bretón cuestionó que se promueva la permisibilidad y que quien tiene un buen sueldo pueda hacer lo que quiera. “Después hay lágrimas de cocodrilo y la gente se pregunta qué es lo que está pasando y por qué los crímenes tan horrendos como el sucedido recientemente”, apuntó el religioso al ser entrevistado por elCaribe. Lamentó que halla “jorocones” haciendo lo que Dios no manda.
“La sangre puede ocultar otras cosas, que naturalmente debe ser tratado como los que son, crímenes y deben dolernos como lo que son, actos sumamente bochornosos en que se han echado a rodar vidas inocentes e incluso de criaturas en el vientre de una madre”, expresó.
Tiempo en familia
Monseñor Bretón dijo que la otra parte que se puede ocultar, es como hay que criar ahora, en este tiempo a una familia.
“Cuando una joven queda embarazada sugieren que la familia le dé acompañamiento, pero lo mejor es prevenir que no queme las etapas, porque eso es lo que está sucediendo ahora”, agregó.
Recordó que antes se podía notar y diferenciar la psiquis de un niño, la de un adolescente y la de un adulto, pero ahora las cosas marchan a ritmo de velocidad muy acelerado.
Dijo, además, que la violencia que se engendra es porque la sociedad la promueve. Monseñor Bretón considera que el crimen de Emely Peguero y de su criatura evidencia que se requiere de una revisión de la sociedad, incluyendo los mismos medios de comunicación, que en sus mensajes pueden mejorar algo que no está funcionando. Expresó que si la sociedad está rota o enferma, conviene que todos se examinen, pues parte de estos males tocan a cada uno.
Marlin Martínez es atendida por médicos
Tras ser ingresada al Centro de Corrección y Rehabilitación Rafey Mujeres de Santiago, la reclusa Marlin Martínez, involucrada junto a su hijo Marlon Martínez en la muerte de la adolescente Emely Peguero Polanco, fue encerrada en una celda solitaria, pero a su vez se le asignaron varios médicos, una sicóloga y un sicólogo, debido a su estado depresivo.