Moca. A un año y un mes de que las lluvias provocaran derrumbes que destruyeron viviendas y puentes en la provincia Espaillat, varias comunidades permanecen aisladas.
Con las inundaciones registradas en noviembre del 2016 y el paso de los huracanes Irma y María en septiembre y octubre del pasado año, las condiciones empeoraron en comunidades como El Aguacate. La tierra sigue vulnerable y nuevos derrumbes se han registrado en la vía que comunica hacia el centro de Moca, donde viviendas siguen a punto de caer.
Los deslizamientos de tierra ya cobraron parte de la casa de Hermógenes Expedito Portorreal, quien a pesar de correr peligro de terminar en el barranco sigue ocupando su hogar al no tener a donde marcharse. Los derrumbes ya arrastraron otras tres casas que estaban al lado de Portorreal.
El puente de Jamao al Norte, que en dos ocasiones ha quedado a punto de colapsar de forma definitiva, todavía está en el proceso de reconstrucción, lo que dificulta el paso hacia comunidades como Cabarete en Puerto Plata o el municipio de Gaspar Hernández, en la provincia Espaillat.
Apenas se han iniciado los trabajos de construcción de muros de gaviones por parte de una empresa contratista. En total será colocado un kilómetro de muro y abarcará los barrios Los Panchos y Puerto Rico, donde con las lluvias registradas se vieron afectadas decenas de viviendas. Mientras en Los Panchos se pretenden colocar aproximadamente 200 metros de muros de gaviones en el mismo lugar donde el río Moca destruyó diez casas.
Con las lluvias registradas en septiembre de este año, la crecida del río Moca dejó prácticamente a punto de desplomarse unas doce viviendas en los barrios Saona y Maco Tibio. Los deslizamientos de tierra también han dejado en la incertidumbre a los residentes en comunidades como Manuel Rodríguez e Isla Perdida. A finales del pasado año, los afectados protestaron para demandar su desalojo y nuevas viviendas.
