Santiago. Los psicólogos de calle con que cuenta Acción Callejera, han detectado un aumento de niños en condición de vulnerabilidad, vendiendo flores en los semáforos, durmiendo en la calles o mendigando.
Laidy Pichardo, psicóloga de Acción Callejera, entidad que trabaja con menores en condiciones de vulnerabilidad, considera necesario la construcción de albergues u hogares de paso en Santiago.
“Cuando llegué a trabajar a Acción Callejera, lo que pensé es que sería como echar a una barrica sin fondo. Recogemos a los niños, los bañamos, los limpiamos, le damos educación de las salas de tarea y los que no saben leer ni escribir, se hace un plan de alfabetización, pero ellos vuelven a las calles”, apunta la especialista de la conducta.
Refiere que muchas veces tienen que llevar a los menores a hospitales y tienen que dejarlos internos, algunos afectados por covid 19, debido a que no cuentan en esta provincia con casas de acogida para niños.
Pichardo dijo que apenas reciben el apoyo del Consejo Nacional de la Niñez, (CONANI) que sí ha servido de gran soporte.
Limitaciones de entidad
“Los niños cuando tienen una situación de enfermedad, se van a dormir debajo de los puentes, porque nosotros no tenemos donde dejarlos después que salen de las salas de tarea”, apuntó Ramírez.
Cree que el proyecto de rescate de niños en las calles, propuesto por la primera dama, Raquel Arbaje, debe llegar también hasta Santiago.
Con relación a las salas de tarea con que cuenta Acción callejera en varias comunidades, el número de niños ha disminuido drásticamente y de un total de 2,568 con que contaban hace cuatro años, hoy día apenas llegan a 750 los menores.
En la sala de tarea que funciona en el municipio de Villa Bisonó (Navarrete) más del 50 por ciento son de origen haitiano. Cada sala de tarea cuenta con al menos 40 niños.
Para junio del 2017, Acción Callejera contaba con 7,436 menores de comunidades marginadas como Yagüita de Pastor, el Hoyo de Elías, Navarrete, La Joya, Rafey, El Fracatán y el centro juvenil en el casco urbano.
En horas nocturnas, en las calles y avenidas de Santiago, es normal ver niños trabajando en la venta de flores, mendigando, o de adolescentes que a temprana edad son lanzadas al mundo de la prostitución,
Crisis covid ha hecho que disminuya el apoyo
La entidad también trabaja en el sector Cienfuegos, Villa Rosa II, San Antonio, Ensanche José Manuel, Ingenio Arriba, Barrio Duarte y en el distrito municipal de Hato del Yaque.
“Al principio, cuando lo del covid estaba más fuerte no se presentaron tantos casos, pero ahora, que la población se lanzó a las calles a trabajar, ha aumentado el contagio, tanto de los niños como del personal”, indicó.
Laidy Pichardo dijo que disponen de psicólogos de calle que permite hacer un recorrido por la ciudad para saber dónde están los niños.
En la actualidad, Acción Callejera requiere de mayor apoyo económico para enfrentar la situación y poder brindar un mayor respaldo a los menores en condición de vulnerabilidad en las vías de Santiago.