El candidato presidencial aboga porque los recursos que se le dan a la República Dominicana para ayudar a Haití, se las den directamente al vecino país para apoyar su proceso de reconstrucción, y quitarle a nuestra nación el yugo que la migración haitiana ilegal representa en el presupuesto nacional.
El candidato presidencial, Ramfis Domínguez Trujillo, expresó que hace meses viene advirtiendo sobre la posibilidad de una guerra civil en Haití, con graves repercusiones para la República Dominicana.
En este sentido, prendió las alarmas sobre que, “si no tomamos (los dominicanos) cartas en el asunto, nos van a convertir en otro Haití”.
“Al nivel que estamos ahora, en un breve lapso van haber más haitianos que dominicanos”, sentenció el aspirante a la primera magistratura de la nación dominicana.
Asimismo, manifestó que, aboga para que “toda la ayuda que se nos da para atender a los inmigrantes haitianos en nuestro territorio, se las den a ellos (a los haitianos) directamente, pero que se lleven esa migración descontrolada, desenfrenada, para nosotros poder desarrollarnos”.
“Vamos a apoyar la reconstrucción de Haití, que es algo que la sociedad haitiana no ha favorecido nunca, todo lo contrario”, agregó.
Las recientes declaraciones del candidato a la presidencia por el Partido Nacional Voluntad Ciudadana (PNVC) fueron dadas en el marco de la entrevista que le realizaron en el programa A Las 7 AM, que se transmite por Metro Visión, donde fue preguntado sobre el reciente comunicado que Nicole Laframboise, la directora del equipo del FMI, envió a Haití, diciendo que “si la crisis continúa, podría tener consecuencias devastadoras para el país a largo plazo”.
De ahí que, Domínguez Trujillo, recordó la advertencia que hizo a la ONU sobre la posibilidad de que estallara una guerra civil en Haití, luego de que la Misión de Paz (MINUSTAH) se retirara del vecino país el 15 de octubre del presente año.
“Lo que comenzó como una agudizada crisis política y un levantamiento cívico, está a punto de convertirse en una guerra civil”, versa la misiva entregada, el pasado 18 de octubre, en en la sede de la ONU, en Santo Domingo, República Dominicana.
Se recuerda que, en la misma carta, éste solicitó “reconsiderar la decisión de retirar la misión de paz en Haití, hasta obtener los resultados de estabilización social y seguridad pautados en sus orígenes, para disminuir el riesgo para nuestro país, en materia de una acrecentada invasión, o peor aún, un estallido social que pueda desequilibrar los estamentos políticos, económicos y sociales de nuestra nación, con efecto toda la región”.
Asimismo, aseveró que, los recursos que consumen en servicios los extranjeros ilegales les cuestan al país más de 2 mil 100 millones de dólares al año, lo cual representa un 12.5% del presupuesto nacional.
“Ese tema migratorio lo tenemos que solucionar, porque el país se encuentra sumergido en una grave y profunda crisis económica, debido al desenfrenado nivel de endeudamiento, el cual se debe a este peso, ese yugo que estamos padeciendo hace muchos años, y a todo el dinero que se va en corrupción”, resaltó.
“El conjunto de esos elementos representa el casi el 60% del presupuesto nacional, el cuál nos tiene comprometidos a todos los dominicanos. Es decir que, estamos trabajando con un 40%”, añadió.
Sobre este punto, en la misma entrevista realizada por Kalil Michel y César Duvernay, explicó que, en la medida que se logre frenar la crisis en Haití, la República Dominicana también saldrá favorecida, “porque nosotros tenemos cerca de tres millones de indocumentados aquí”.
De modo que, insistió en que por eso, desde el principio de su recorrer político, su postura ha sido clara y coherente en decir que: “Vamos a empezar un proceso de repatriación de todos los extranjeros que estén asentados en República Dominicana de manera ilegal. Todos aquellos que vengan a trabajar tendrán que hacerlo bajo un visado de trabajo, porque es importante tener un control de quiénes están aquí y dónde; y más allá de eso: que aporten, que paguen impuestos, para recibir educación, acceder a nuestros servicios de salud y demás. Y por último vamos a construir un muro de norte a sur, porque esto es algo que ha incidido en la cotidianidad política, social y económica del país; y ha sido incisiva esa migración”.