Las autoridades puertorriqueñas avanzan este viernes en el restablecimiento total del servicio eléctrico e incrementar la ayuda a los más de 2.000 refugiados que por miedo a los derrumbes continúan durmiendo en la calle tras el terremoto del martes de magnitud 6,4.
La estatal Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) informó que el 80 % de los abonados, más de un millón, recuperaron el servicio, mientras se trabaja para que mejore la situación en el área suroeste, la más cercana al epicentro, donde además se concentran las principales centrales de generación, gravemente afectadas por el sismo.
Cerca de 1.400 megavatios de potencia están ya activados, aunque, al menos, se necesitan 1.000 adicionales para disponer de un sistema más robusto, que colapsó el martes como consecuencia del sismo de mayor intensidad de la historia reciente de Puerto Rico, un Estado libre asociado a EE.UU.
Uno de los principales obstáculos para restablecer el servicio y que la infraestructura eléctrica vuelva a la normalidad es el estado en el que quedó la central de Costa Azul en el municipio de Guyanilla, que producía 820 megavatios, que podría estar inoperante durante muchos meses.
La AEE ha solicitado a la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (Fema, en inglés) generadores portátiles que produzcan 500 megavatios para paliar la situación.
La gobernadora de Puerto Rico, Wanda Vázquez, dijo hoy en Costa Azul que los efectos de los temblores en la central fueron devastadores y que no se pondrá en marcha por el estado en que quedó y el riesgo para los operarios que trabajan en las instalaciones.
El Gobierno de Puerto Rico, tres días después, no ha ofrecido todavía un balance oficial de los daños provocados por el terremoto y solo hay un muerto confirmado.
Las cifras que se barajan es que hay cientos de viviendas dañadas en mayor o menor medida, pero el Ejecutivo no ha dado aún números de hogares y estructuras afectadas, como tampoco hay datos del coste económico sufrido.
La gobernadora sí aseguró este viernes que los daños ocasionados por los terremotos serán multimillonarios, aunque dijo que todavía no hay una cifra final por no haber concluido la cuantificación de los daños.
Además, las réplicas continúan registrándose en la zona suroeste, lo que hace más complicado dar una cifra aproximada.
Vázquez reiteró que reparar la central de Costa Sur costará al menos 50 millones de dólares, y algunos refugiados se han quejado de la situación, en especial de la lentitud en el restablecimiento de la electricidad.
La alcaldesa de Ponce -la principal urbe del sur de la isla-, María Meléndez, lamentó la ausencia de representantes de las agencias estatales en el Centro de Operaciones de Emergencia de ese municipio.
Meléndez adelantó que los alcaldes de la región sur afectados por los temblores desde el pasado 28 de diciembre solicitarán al Gobierno que les provea un adelanto de dinero a través de la Reserva del Fondo de Emergencia para afrontar las demandas más inmediatas de la población.
La gobernadora manifestó que hoy conversó con el presidente estadounidense, Donald Trump, con quien discutió la situación por la que atraviesa Puerto Rico y la necesidad de un desembolso de fondos de emergencia.
La jefa del Ejecutivo estuvo acompañada durante la jornada por el senador estadounidense Rick Scott, con quien visitó la zona más afectada en el municipio de Guánica para que comprobara personalmente los efectos de los sismos en la zona.
Vázquez subrayó que la ayuda federal para las familias es prioridad en estos momentos.
El presidente de Estados Unidos ya aprobó una declaración de emergencia a petición de la gobernadora de la isla, que trata ahora de que el líder norteamericano la eleve a desastre para conseguir más ayuda, lo que está en evaluación sobre el terreno por parte de las autoridades federales.
El congresista demócrata de origen puertorriqueño Darren Soto llegará este viernes Puerto Rico para comprobar sobre el terreno los daños causados por los terremotos.
Grupos de apoyo a los refugiados informaron que entre este colectivo se encuentran personas con muchas enfermedades, en especial en el municipio de Guánica, con abundantes casos de conjuntivitis y problemas estomacales, entre otros.
El secretario de Educación, Eligio Hernández, anunció que se atrasó del 13 al 22 de enero el inicio de clases del segundo semestre del sistema escolar público, por las inspecciones estructurales de las escuelas afectadas por el terremoto del pasado martes.
Cerca de 2.000 personas permanecen todavía en refugios en el área suroeste de la isla ante el temor de que nuevos sismos provoquen derrumbes. Mientras, miles de personas esperan pasar otra noche más en las calles, temerosas de que los polideportivos donde se les ha dado cobijo no puedan soportar nuevos terremotos. EFE