El establecimiento cerrado por Pro Consumidor se trata del comercio La Feria 505, ubicado en la avenida Duarte, próximo al Mercado Nuevo.
Santo Domingo, República Dominicana.- El Instituto Nacional de Protección a los Derechos del Consumidor (Pro Consumidor) suspendió la comercialización de productos de un establecimiento comercial que se dedicaba a vender alimentos y otros artículos quemados y en mal estado, poniendo en riesgo la salud y seguridad de la población.
La institución informó que se trata del comercio La Feria 505, ubicado en la avenida Duarte, próximo al Mercado Nuevo donde la entidad estatal decomisó más de 8 mil productos entre leche, enlatados, embutidos, detergentes, fórmulas lácteas, cereales, cosméticos, aerosoles, entre otras mercancías en condiciones no aptas para el consumo humano.
Anina Del Castillo, directora de ese organismo, impuso además la multa de 500 salarios mínimos, ascendente a 2.5 millones de pesos como parte de la sanción tipificada en la Ley 358-5 de muy grave, a este establecimiento que comercializaba productos sin calidad, descompuestos, contaminados y en un ambiente que incumplía con los parámetros permitidos de higiene en sus instalaciones.
“Es un negocio que le vendía a los consumidores alimentos quemados, latas abolladas, sin etiqueta, oxidados, productos manipulados por el fuego y el humo, expuestos a contaminación ambiental y cruzada, a los gases desprendidos, entre otros aspectos críticos que pudieran ocasionar enfermedades graves”, puntualizó la funcionaria.
Del Castillo manifestó que estas sanciones están dispuestas como medida para la protección de esos cientos de consumidores vulnerables, que recurren a estos tipos de negocios a abastecerse.
Asimismo que la venta de productos alimenticios vencidos y en condiciones inadecuadas son situaciones por lo que Pro Consumidor está día a día en las calles, para cesar estas malas prácticas comerciales e implementar mejoras por el bien de la ciudadanía.
En ese tenor, sostuvo que a través del Departamento de Buenas Prácticas de la institución se le estará acompañando al proveedor concientizándolo sobre sus deberes y responsabilidades en cuanto a normas de calidad y criterios de inocuidad al momento de comercializar productos de índole alimenticia.
A su vez, el área de educación se trasladará a la zona para explicarles a los moradores la importancia de comprar productos en buen estado y en condiciones aptas, que no presente riesgo alguno a la salud de sus familias.