TEGUCIGALPA, Honduras (AP) — El presidente de Honduras y aspirante a la reelección, Juan Orlando Hernández, superaba el lunes por 52.339 votos a su rival, el opositor Salvador Nasralla, con el 99,90% de las urnas de los comicios de hace ocho días escrutadas. Ambos candidatos se habían proclamado vencedores de unas elecciones envueltas en polémica por la demora en el conteo.
El presidente del Tribunal Supremo Electoral, David Matamoros, anunció que “el proceso sigue, aún no concluye, pero falta poco para finalizar”.
“Estoy orgulloso porque el pueblo demostró su fe en el proceso”, dijo añadiendo que quedan apenas 14 mesas por contabilizar.
Según Matamoros, la oposición tiene dudas en más de 5.000 documentos electorales “pero seguimos resolviendo esas diferencias para traer la paz al país… y la patria ha ganado”.
Nasralla, candidato de la Alianza Opositora contra la Dictadura, no envió representantes a examinar las actas insinuando que no reconocerían el conteo.
En un mitin en Tegucigalpa, la capital de Honduras, Nasralla denunció el domingo que los magistrados del tribunal electoral son “empleados del presidente Hernández”, quien buscó su reelección a pesar de que la constitución lo prohíbe.
Nasralla puntualizó en un mitin en Tegucigalpa, la capital de Honduras, que los magistrados del tribunal electoral son “empleados del presidente Hernández”, quien buscó su reelección a pesar de que la constitución lo prohíbe.
Según los últimos datos oficiales, el presidente Hernández suma 1.410.827 votos por los 1.358.488 de Nasralla con el 99,90% de los votos procesados. El tribunal no declaró aún al vencedor oficial.
El escrutinio contó con la participación de centenares de observadores nacionales e internacionales, entre ellos enviados de la Organización de Estados Americanos y la Unión Europea.
Tanto Hernández como Nasralla se han declarado ganadores de la elección. Nasralla había liderado el conteo de votos hasta que se presentó una prolongada demora que interrumpió los informes de los funcionarios electorales, lo que provocó quejas de la oposición sobre irregularidades. Los funcionarios achacaron la pausa a los problemas técnicos y negaron cualquier tipo de manipulación.
El gobierno de Hernández impuso un toque de queda de 10 días entre las 18:00 horas a las 06:00 de la mañana para sofocar las manifestaciones en apoyo del candidato opositor, que en ocasiones derivaron en disturbios. Al menos una persona falleció en los enfrentamientos entre policías y disconformes.