La participación de Odebrecht y otras empresas de Brasil en la construcción de obras de importancia; el escándalo de corrupción desatado posteriormente en torno a esa compañía, así como la incursión de un gurú brasileño en la política criolla, entre otros hechos, han aumentado el interés de los dominicanos en la nación suramericana. Eso explica el seguimiento a las elecciones del pasado domingo. Hay detalles de allá, que hay que observar aquí.
Encuestas
Las encuestas no son infalibles. Ni siquiera las de verdad, las probadas. Por aquí contamos con dos o tres encuestadoras que han estado acertando casi con exactitud los resultados de los comicios.
Por eso han mantenido la credibilidad. Hay otras, y son la mayoría, que son mecanismos de promoción de determinados proyectos políticos. Hay que estar pendientes a las buenas, pero hasta esas pueden fallar.
Voto electrónico
Otra enseñanza del proceso brasileño es que el voto electrónico sí funciona. Aquí se satanizó el modelo luego del fracaso de las elecciones municipales del 2020.
Con lo que ocurrió en ese entonces, no quedaron ganas de probar nuevamente el sistema, al menos para el sufragio, aunque sí se piensa usarlo para el escrutinio. Pero no significa que no funcione. Si es bien utilizado, garantiza un proceso más transparente y fluido.
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