Casi cinco años después de salir del poder en medio de una división interna y dos procesos de renovación interior, el PLD no ha podido definir una estrategia que le devuelva el espacio que perdió en el electorado.
El Partido de la Liberación Dominicana (PLD) no ha logrado romper el círculo de diferencias internas que lo sacaron del poder en el 2020. Actualmente, la organización enfrenta otra crisis por la falta de consenso sobre la decisión del Comité Político de la organización de adelantar la escogencia de la candidatura presidencial para el primer trimestre del próximo año.
A pesar de las diferencias, las advertencias de la Junta Central Electoral (JCE) y las críticas de la opinión pública, la cúpula morada sigue con el plan de escoger el próximo año la candidatura presidencial y el pasado miércoles, el máximo organismo decidió convocar al Comité Central para el 8 de junio a fin de oficializar los “aspirantes” a precandidatos presidenciales.
La medida no cuenta con el respaldo de figuras como el excandidato presidencial, Abel Martínez, así como otros que han competido internamente por la boleta como Francisco Domínguez Brito y Margarita Cedeño, ni tampoco de nuevos aspirantes como Charles Mariotti y Juan Ariel Jiménez.
La decisión se tomó por 17 votos en contra de una matrícula de 51 integrantes. Hubo varias ausencias entre las que figuran la de Jiménez, Andrés Navarro y Guarocuya Félix.
Hasta el momento, de los presidenciables solo Francisco Javier García ha estado de acuerdo con la convocatoria adelantada y se presentó formalmente como precandidato ante la comisión de arbitraje y unidad que encabeza Lidio Cadet. Otros que han respondido a la convocatoria son dos dirigentes sin mayor relevancia, Manfred Mata y Mario Bruno González.
Los comisionados se reunieron con los aspirantes a la candidatura presidencial antes de presentar el informe al Comité Político y la posición de los dirigentes ha sido la misma.
Por el tema, un miembro del Comité Central, Eleuterio Abad Santos, depositó formalmente un recurso ante el Tribunal Superior Electoral (TSE) en demanda en nulidad contra la decisión adoptada por el Comité Político para seleccionar al precandidato presidencial. La primera audiencia para conocer el caso está pautada para mañana martes.
La ley 33/18 de Partidos Políticos establece que la precampaña electoral empieza el primer domingo de julio del año previo a las elecciones, es decir, en 2027 y las candidaturas deben ser electas en octubre de ese mismo año.
Hasta el momento, la JCE ha emitido tres advertencias a los partidos políticos sobre las consecuencias de la campaña adelantada y la escogencia de la candidatura presidencial fuera de plazo. Entre las sanciones que establece la ley por esas violaciones figuran la no admisión de la candidatura por parte de la JCE.
De hecho, algunos dirigentes como Juan Ariel Jiménez, que ocupó la vicepresidencia de la organización, han advertido que esa medida choca con lo establecido por la JCE.
“Estas normativas establecen procedimientos y plazos que no pueden ser ignorados. Cumplir con la ley es una obligación que no debería estar sujeta a la discusión, y también una señal clara de respeto del partido al esquema institucional y a las leyes. Por cierto, las leyes que el propio PLD impulsó, tanto desde el Poder Ejecutivo como desde el Congreso”, puntualizó en una comunicación.
El PLD se mueve entre crisis desde hace 6 años
El PLD se envuelve en nuevo conflicto interno luego que el pasado año el proceso de renovación de las autoridades resultó traumático. Luego de que su presidente, Danilo Medina, anunció que no seguiría en el cargo, dejó la decisión sin efecto ante la solicitud mediante cartas que le hicieron los miembros del Comité Político. En el proceso fue expulsado el miembro del organismo, Carlos Amarante Baret y renunció Domingo Contreras. Baret está inmerso en la formación de una nueva organización política, Avancemos, y su fuente de apoyo es el PLD. La elección de Medina evidencia los niveles de diferencia a lo interno de la organización. Mientras en 2021 fue aclamado para ser presidente, en 2024, tuvo que competir contra Francisco Domínguez Brito, que logró el alrededor del 33% de los votos del Comité Central. El PLD se dividió en 2019 luego de las primarias por la candidatura presidencial. Perdió el poder en 2020, luego de 16 años consecutivos de éxito político y electoral. Sin embargo, en esas votaciones retuvo el segundo lugar en el electorado. En las elecciones de 2024, tuvo una caída dramática al perder el segundo lugar y obtuvo solo 12 diputados, cero representante en el Senado y 10% en el nivel presidencial.