El Partido de la Liberación Dominicana (PLD) en la provincia Espaillat acusó de manera directa al gobierno y al Partido Revolucionario Moderno (PRM), de dirigir una campaña de compra y sonsacamiento de dirigentes peledeistas, usando de manera burda e ilegal, los fondos públicos de la nación.
En rueda de prensa realizada en Moca, la dirigencia en pleno del Comité Provincial, le enrostra al Gobierno y a su partido de disponer de los fondos del presupuesto del país para comprar voluntades políticas opositoras, lo que califican como “Un acto de corrupción que la sociedad mocana, la provincia Espaillat y del país condenan de manera firme”
“El señor Guarocuya Cabral, no tiene una sola razón para dar el paso traicionero que ha dado, por el contrario, en nuestro partido y en nuestros gobiernos, siempre fue distinguido y beneficiado”, dijo Winston Juma, Presidente provincial del PLD, quien fue el vocero de la conferencia de prensa.
Califican a Cabral como como un tránsfuga, elegido en la boleta del PLD, quien de manera vergonzosa se ha pasado al partido de gobierno.
“Este señor fue elegido dos veces alcalde, gracias a la generosidad del Partido de la Liberación Dominicana, fue designado consejero del Instituto Dominicanos de las Comunicaciones (INDOTEL) con un sueldo de 250 mil pesos al mes, nombrado en el Ministerio de Economía con un salario de 150 mil pesos mensuales y beneficiado con una frecuencia radial que hoy tiene un valor de más de Quinientos mil dólares”, dijo Juma al entregar un documento a la prensa con lo consensuado por la dirigencia peledeísta en Moca y la provincia Espaillat.
El PLD acusa al alcalde Cabral de hacerle ofrecimiento a dirigentes peledeístas para que le acompañen en su iniquidad. Desde salarios y pensiones en el gobierno, a la persecución infame contra los empleados del ayuntamiento que pertenecen a nuestro partido para que renuncien, so pena de ser cancelarlos.
“Guarocuya Cabral se ha quitado la careta y ha mostrado su verdadero rostro: el de una persona que solo piensa en él y sus intereses. El gobierno, en su afán reeleccionista, no tiene límites morales de ningún tipo y si bien es verdad que anda comprando voluntades con fondos públicos, también es cierto que el que se vende al gobierno no lo hace gratuitamente” concluyen.
