La Vicepresidenta marcó distancia y sigue al lado de los adversarios de su esposo y trillan caminos separados
La división del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) coloca al expresidente Leonel Fernández y la vicepresidenta Margarita Cedeño de Fernández en el escenario de ser el primer de la élite política del país, y probablemente de América, el Caribe y el mundo, en enfrentarse abiertamente en un proceso electoral.
En 2012, la entonces primera dama, que se casó con Leonel Fernández el domingo 9 de febrero de 2003, se convirtió en la única esposa de un presidente del país en aspirar a la Vicepresidencia de la República, apoyada en el liderazgo de su esposo el Presidente, la enorme influencia del todopoderoso PLD y en los millonarios programas de asistencia social que manejaba su despacho.
Pero la salida forzosa de Leonel del PLD, que lo llevó tres veces a la Presidencia de la República y del que fuera su segundo presidente, coloca al matrimonio Fernández-Cedeño en una difícil disyuntiva en lo político, lo social, lo personal y, por el arraigo cultural dominicano, en lo conyugal. Y es que la hasta ahora decisión de Margarita Cedeño de Fernández de permanecer como funcionaria del gobierno mientras afianza su presencia en los órganos de dirección del PLD, partido al que su esposo ha jurado desalojar del poder, deja claro que la división también estaría marcando el futuro del matrimonio Fernández-Cedeño.
Esto porque en esta parte del mundo lo tradicional es que los matrimonios enfrenten juntos los avatares, sobre todo cuando las circunstancias de la vida obligan a uno de la pareja a romper con su entorno y a trillar su propio camino, dejando atrás antiguos aliados que con el sonar de los tambores de guerra se convierten en encarnizados enemigos.
Ejemplos en EEUU y Latinoamérica
Aunque en circunstancias distintas, y sin una pugna partidaria en la que los esposos tengan que deslindar bandos, como la que vive el PLD, en América hay ejemplos de cómo matrimonios han sobrellevado las diferencias e incluso infidelidades y las mujeres han sobresalido en la política.
Anna Eleanor Roosevelt
En septiembre de 1918 Anna Eleanor Roosevelt, la primera dama de Estados Unidos, esposa del presidente Franklin Delano Roosevelt, estaba desempacando unas maletas de Franklin cuando descubrió un paquete de cartas de amor de su secretaria personal, Lucy Mercer. Él había estado pensando en abandonarla por ella. Sin embargo, debido a la presión de su asesor político, Louis Howe, la pareja permaneció casada. Su unión fue desde ese momento nada más que una asociación política.
Hillary Clinton
Desde que se casó, Hillary se concentró en llevar a su compañero Bil Clinton a escalar en el Partido Demócrata y ayudarlo a llegar a Presidente. Hillary comenzó a brillar con luz propia desde que fue senadora y luego secretaria de Estado del presidente Barack Obama. Su respaldo al presidente Clinton en medio del escándalo por involucrarse sexualmente con Monica Lewinsky salvó su segundo período presidencial y la llevó a disputarle la presidencia a Donald Trump en el año 2017.
Evita e Isabel Perón
Eva María Duarte también llamada María Perón o Evita, y María Estela Martínez de Perón, fueron esposas del presidente argentino Juan Domingo Perón, fundador del Partido Justicialista. Perón se casó con María Estela tras la muerte de Evita, una aguerrida activista social y política que renunció a la candidatura vicepresidencial en aras de la unidad del partido y que fue declarada oficialmente “Jefa Espiritual de la Nación”, en 1952.
Estela María, o Isabel, como también se le conocía, fue vicepresidenta de la Nación. Asumió la Presidencia tras la muerte de Juan Domingo Perón el 1 de julio de 1974.
Cristina Fernández de Kirchner
La esposa del presidente Néstor Kirchner, Cristina Fernández, fue presidenta de Argentina durante dos mandatos, desde el 10 de diciembre de 2007 hasta el 9 de diciembre de 2015. Afiliada al Partido Justicialista desde la década de 1970, actualmente es senadora nacional por la provincia de Buenos Aires con mandato 2017-2023, y recientemente elegida vicepresidenta de la República junto al presidente electo, Alberto Fernández, quien fuera su rival político en el peronismo, así como de su difunto esposo. Las diferencias de Cristina y Néstor dentro del peronismo, así como la sabida relación del mandatario con su exsecretaria, Elizabeth Miriam Quiroga, no fueron obstáculos para los proyectos políticos de la pareja.
Lucía Topolansky
La vicepresidenta de Uruguay, Lucía Topolansky, esposa del expresidente Pepe Mujica, supo esperar con discreción y con un apoyo decidido a que su esposo culminara su período presidencial. Y aunque es sabido que ambos tenían diferencias puntuales en temas nacionales, no se observó un distanciamiento y su vida matrimonial estuvo al margen de la política. El apoyo de Mujica a su esposa fue fundamental para que ésta alcance la Vicepresidencia de Uruguay en el año 2017.
Xiomara Castro
La esposa del derrocado presidente de Honduras, Manuel Zelaya, se distinguió en su país por el apoyo brindado a éste tras el golpe de Estado de 2009. Aunque nunca había participado en actividades políticas, Xiomara tomó las calles y encabezó protestas, hasta que juntos salieron al exilio. De regreso a Honduras, Zelaya apoyó a su esposa para las elecciones presidenciales de 2013. Se declaró ganadora de los comicios, pero dos días después los resultados oficiales decían lo contrario. Ella y Zelaya dijeron que fueron víctimas de un fraude. Hoy día siguen juntos apoyándose política y como matrimonio.
Margarita Zavala
Margarita Zavala, la esposa del presidente de México Felipe Calderón buscó la presidencia en 2018, por el Partido Acción Nacional (PAN). A pesar de las diferencias entre Calderón y Vicente Fox, fue este último quien anunció a Margarita Zavala como candidata presidencial, la cual contó con todo el apoyo de su esposo.
Marta Linares
En el año 2014 Marta Linares, esposa del presidente de Panamá, Ricardo Martinelli, fue la candidata vicepresidencial de José Domingo Arias, con quién Martinelli tenía ideas encontradas en el área política. Martha nació dentro de una familia cercana a la política y al poder económico. Su tía, Ana Matilde Linares, fue la primera esposa del tres veces presidente Arnulfo Arias Madrid. Sin embargo, las aspiraciones de prolongar el gobierno de su esposo fracasaron, ya que Linares fue derrotada en las elecciones.
Sandra Torres
La exprimera dama de Guatemala es conocida por la fallida estrategia de divorciarse de su esposo, el ex presidente Álvaro Colom para poder competir por la Presidencia del país. Ambos se divorciaron en abril de 2011, a fin de que Sandra sorteara las restricciones constitucionales que prohíben a los familiares del presidente en funciones, ser candidatos a la Presidencia. Sin embargo, Sandra -encargada de la creación de los programas de combate a la pobreza en el gobierno de su marido-, no pudo participar en las elecciones, pues la Corte Suprema se lo prohibió al señalar que su divorcio era un “fraude a la ley”. Fue candidata en las elecciones de los años 2015 y 2019, siendo derrotada en ambas ocasiones.
Rosario Murillo Zambrana
Rosario María Murillo Zambrana, esposa del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, se desempeña desde el año 2017 como vicepresidenta del país.
Conoció al actual Presidente de Nicaragua, Daniel Ortega Saavedra durante su exilio en Costa Rica y desde entonces es su pareja. Desde 2007 es también la primera dama de Nicaragua.
A pesar de las divisiones internas dentro del sandinismo, y las acusaciones de una de sus hijas, Zoilamérica Narváez, de que el presidente Ortega la violó, la pareja se ha mantenido unida.
Caminos separados
Quienes en su momento fueron la pareja de políticos más idílica del país, hoy, no hay duda, trillan caminos separados.
El distanciamiento político lo marcó Margarita, cuando pocas horas después de Leonel abandonar el PLD de manera forzada ella dejó claro que seguiría en ese partido, y fue el mismo expresidente quien antier reconoció el derecho de su esposa de disentir políticamente de él.
Sin embargo, no es atrevido pensar que la separación de ambos va más allá de lo político y que su relación sea al estilo Eleanor y Franklin Delano Roosevelt: algo simplemente cosmético, pero agregándole el ingrediente del desacuerdo político.
Este es un punto que se irá aclarando en los días por venir, pero lo ideal es que ambos hagan transparente el “in statu quo ante” de su relación, ya que ambos, desde partidos distintos, apelarán por el voto en las elecciones de 2020, y la gente necesita conocer el nivel de sinceridad de aquellos que le piden su voto.
Relación difícil entre políticos llevada al cine
La difícil relación entre parejas de políticos y cómo sobrellevan situaciones difíciles, incluso muy personales, ha sido tratada en diferentes escenarios. Un ejemplo de ello es la película “Colores primarios”, dirigida por Mike Nichols y protagonizada por John Travolta, en el papel del gobernador Jack Stanton, aspirante a la candidatura demócrata, y Emma Thompson, como su esposa Susan, llena de ambiciones. El guión está basado en la novela política del mismo nombre que escribió el periodista Joe Klein en 1992, quien cubrió la campaña presidencial del entonces gobernador de Arkansas, Bill Clinton, y trata los problemas que generan algunas aventuras extramaritales del gobernador Stanton, que incluye un hijo ilegítimo con una menor de edad, y la manera como Susan los asume y supera en bien del lograr el principal objetivo: de llegar a la Casa Blanca.
Divorcios políticos, unidos en la casa
No siempre las diferencias políticas entre políticos parejas terminan mal. Un ejemplo es el matrimonio de la que fuera vicepresidenta del socialista Pedro Sánchez, en España. Meritxell Batet está casada con el alto dirigente del Partido Popular José María Lassalle, y la militancia socialista de la vice no ha sido mella para un matrimonio exitoso. Y de igual modo se señala el caso de la diputada conservadora del Partido de la Ciudadanía (Ciudadanos) Inés Arrimadas, cuyo cónyuge es el Xavier Cima, ex diputado de Convergencia Democrática de Cataluña, quien tras consolidar su relación con Arrimadas dejó su carrera política, que hasta entonces enarbolaba la independencia de Cataluña.