La directora general de Ética e Integridad Gubernamental (Digeig), Milagros Ortiz Bosch, entiende que las irregularidades administrativas señaladas por la Contraloría General de la República contra 18 entidades del Gobierno son subsanables.
La funcionaria explicó ayer que una auditoría es un trabajo que se hace por parte de la Digeig, el cual es remitido a las instituciones para que estas comiencen a “subsanar y arreglar las cosas que tenían (mal)”.
“Aquí estamos haciendo las cosas hermosas, que es que el pueblo pueda ver; y, además, los mismos funcionarios que no han cometido graves faltas, todas subsanables, sepan que hay una vigilancia; y además que el poder contralor del Estado por fin funcione”, sostuvo.
Consideró que si la Contraloría hubiese cumplido siempre con su rol de trabajo, no habría ni una persona acusada de delitos.
La servidora pública, quien habló a los medios de comunicación al visitar el Congreso Nacional y ser preguntada sobre las sanciones que algunos demandan contra las 18 dependencias del Estado, enfatizó que las auditorías se hacen con el objetivo de que las instituciones públicas cumplan con su papel.
Además, recordó que ella misma tuvo que someter a la Justicia a las personas que borraban expedientes de pasadas gestiones. “Yo encontré en un archivo escondido los RD$1,500 millones del asfalto. ¿Ustedes se recuerdan de eso? ¿No se recuerdan cómo fue que encontramos la administración pública?”, subrayó.
Ortiz Bosch rememoró un decreto que supuestamente emitió el expresidente Leonel Fernández, firmado el 14 de agosto del 2004, en el que cancelaba todos los nombramientos emitidos a partir del 16 de agosto del 2000 hasta el 15 de agosto del 2004. En reacción a esto, expuso que la presente gestión no es así, porque gobierna con los mismos empleados de carrera.
Eventual reelección
Tras ser preguntada sobre la objeción de dos hijas y la esposa del presidente Luis Abinader para que este se reelija, Milagros Ortiz Bosch explicó que le pasa algo similar con su familia, la cual desea que se retire de la función pública.
“Los míos todos han querido hace tiempo que yo esté en casa, y no estoy. Hay una cosa muy hermosa que también dijo el presidente, que él está ahí por el deseo del cambio, de ver a su país mejorado. Los que padecemos de esa enfermedad, no hay vacunas para curarnos”, precisó la exvicepresidenta.