Si el Danilo se repostula los precandidatos deben decidir si lo enfrentan o si lo apoyan y entierran sus proyectos
Lo que en marzo de 2018 comenzó en Madrid con un acto reconociendo la obra de gobierno del presidente Danilo Medina y reclamando “cuatro años más”, en República Dominicana ha desembocado en un laborantismo que no deja duda de que el proyecto reeleccionista ha sido activado.
Los actos celebrados el pasado fin de semana en Azua, Elías Piña, La Vega e Imbert (Puerto Plata), así como la declaración del presidente de la Federación Dominicana de Municipios (Fedomu), Rafael Hidalgo, de que más de 100 alcaldes y directores de distritos municipales apoyan la reelección, abren el espacio para preguntarse si realmente estos actos son expresiones de sus promotores visibles, o si por el contrario son parte de una estrategia concebida y desde el Palacio Nacional dirigida a mostrar la fuerza del danilismo a nivel popular.
A esto se le suma el activismo que tienen promotores de la reelección que son migrantes del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) y el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), como Adriano Sánchez Roa, Marino Collante, Víctor Gómez Casanova, Modesto Guzmán, Alexandra Izquierdo y Rafael Calderón, que abandonaron sus partidos originarios para pasarse al Partido de la Liberación Dominicana (PLD).
Recientemente el ministro Administrativo de la Presidencia José Ramón Peralta, dijo que está convencido de que solamente Danilo Medina tiene la posibilidad de ganar las elecciones de mayo en una primera vuelta y garantizar la continuidad en el poder del PLD.
Consecuencias
Sin embargo, habría que ver las consecuencias inmediatas de la puesta en marcha de un plan reeleccionista.
De entrada, colocaría a dirigentes del entorno danilista como Temístocles Montás, Carlos Amarante Baret, Andrés Navarro, Francisco Domínguez Brito y Reinaldo Pared Pérez en la disyuntiva de convertirse en las primeras víctimas del reeleccionismo danilista y abandonar por el momento sus proyectos presidenciales, o fraccionar el equipo del presidente Medina y formar tienda aparte, fortaleciendo aunque sea de forma indirecta la posición del expresidente Leonel Fernández, erigido dentro del PLD en el más vehemente opositor de una reforma constitucional para habilitar a Medina.
Decisión difícil
Por cualesquiera de las dos vías de la calle morada que se decidan sería traumática. Primero, porque abandonar sus aspiraciones significaría dar aquiescencia a la creencia de que sus proyectos son parte de la estrategia del danilismo para distraer a la opinión pública en lo que se crean las condiciones para reformar la Constitución y habilitar al presidente Danilo Medina, y segundo, porque de continuar adelante corren el riesgo de ser fácilmente vencidos por el expresidente Fernández en las primarias, y el partido, con un danilismo herido, iría a las elecciones sin los niveles de unidad deseados.
De momento, los aspirantes del entorno danilista a la candidatura presidencial continúan desarrollando actos en promoción de sus proyectos, y coinciden en declarar que serán los candidatos, pero aunque reconocen que sobre la posibilidad de una segunda repostulación de Danilo Medina pesa una prohibición constitucional, ninguno ha descartado, de plano, que el mandatario pueda ser habilitado para nuevamente ser el candidato morado.
Tres de los aspirantes del entorno danilistas parecen destinados a enterrar sus aspiraciones en caso de apoyar nuevamente la repostulación de Medina: Francisco Domínguez Brito, Reinaldo Pared Pérez y Temístocles Montás, ya que en ocasiones anteriores han salido al ruedo, pero sus proyectos presidenciales han lucido atados a las decisiones continuistas de los presidentes de turno.
Carlos Amarante Baret y Andrés Navarro lucen más frescos, pero sus proyectos no parecen creíbles ni reales para una gran parte de la población, convencida de que fueron lanzados para contrarrestar el crecimiento que viene exhibiendo el expresidente Fernández.
Las señales de Danilo
Y es que el presidente Danilo Medina ha dado señales de que sí estaría considerando buscar la forma de destrabar el impedimento constitucional y nuevamente presentarse como candidato presidencial en el 2020.
Una primera señal la envió el domingo 19 de agosto año pasado, cuando en una entrevista con la comunicadora Jatnna Tavárez dijo que sobre el tema de la reelección hablaría entre los meses de marzo y junio de este año.
Más recientemente, en su discurso de rendición de cuentas ante la Asamblea Nacional el pasado 27 de febrero, el jefe del Estado dijo que está “dispuesto a pagar el precio que haga falta, por servir a nuestra Patria”, enfatizando, más adelante, que “estamos para los dominicanos y dominicanas en el camino sin atajos, empinado y estrecho, ese que hay que recorrer para recoger los mejores frutos”.
En una parte de su discurso, Medina subrayó que está en la presidencia “para lo difícil”, y dijo que intenta nuevos caminos, buscarle la vuelta a los problemas, pero nunca rendirse, por lo que exhortó la ciudadanía a que lo acompañen a seguir haciendo Patria juntos, consciente de que “no será un camino fácil, es cierto, pero es el único que vale la pena recorrer”.
Dichas frases, más las promesas futuristas de la rendición de cuentas, hacen pensar que el mandatario dejó entrever en su discurso la intención de prolongar su mandato más allá de 2020.
El factor Leonel
El principal obstáculo que el proyecto reeleccionista debe cruzar dentro del PLD es la decisión del expresidente Leonel Fernández de buscar nuevamente la candidatura presidencial, y la aparente determinación de impedir que Medina sea habilitado para que se pueda repostular en el 2020.
En ese sentido, Fernández se ha erigido como el máximo defensor de la Constitución que él acordó modificar en 2015 para que Medina se repostulara en 2016.
En la ocasión, el jueves 28 de mayo de ese año, Fernández, aceptó la reelección del presidente Medina sin el referéndum que él había exigido para la reforma constitucional.
Hoy día, el PLD se encuentra sumido en una crisis que amenaza con su división debido a los aprestos reeleccionistas, y dirigentes del leonelismo como Bautista Rojas Gómez, Franklin Almeyda Rancier y Radhamés Jiménez han advertido sobre lo catastrófico que sería para el país la reelección de Medina.
Sin embargo, Medina parece no tener la misma percepción, y así lo expresó en la entrevista con Jatnna Tavárez.
Ante una pregunta alusiva a las pugnas internas por su posible reelección, así como por el impacto que en el PLD pueda tener la escogencia del candidato presidencial, Medina expresó que “esas contradicciones que se dan son luchas por el control del poder; esas divisiones que hay ahora es hasta que se elija el candidato para el 2020: una vez que se tenga el candidato del 2020 habrá gente que se quedará con algún tipo de dolor, pero al final la mayoría se encaminará a apoyar el candidato del partido”.
Esa es la percepción del presidente Medina, pero habría que ver cuál posición adoptaría el expresidente Fernández y sus seguidores si el proyecto reeleccionista toma nuevo cuerpo y se logra imponer la modificación de la Constitución para que el mandatario se repostule para un tercer período.
Advertencia del PRM
Y, más que eso, hay que ver cuáles efectos políticos se desencadenarían, ya que, en el litoral opositor, Luis Abinader e Hipólito Mejía, del Partido Revolucionario Moderno (PRM), que habían adoptado una posición pasiva frente al reeleccionismo, el fin de semana pasado advirtieron al presidente Medina de los riesgos de un intento reeleccionista.
Los más visibles vienen del PRSC y el PRD
Aunque se especula que los últimos actos en favor de la reelección son promovidos desde el entorno cercano al presidente Danilo Medina, lo cierto es que las caras visibles del reeleccionismo son políticos con trayectoria en otras organizaciones y que llegaron al Partido de la Liberación Dominicana (PLD) luego de que tomara el poder. Hasta ahora, los principales promotores son los senadores Rafael Calderón y Adriano Sánchez Roa, los directores del Departamento Aeroportuario, Autoridad Portuaria, Correos y Estadísticas, Marino Collante, Víctor Gómez Casanova, Modesto Guzmán y Alexandra Izquierdo, respectivamente. Todos provienen de las filas del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), excepto Calderón, que salió del PRD.