SAN JUAN (AP) — Puerto Rico necesita reformas estructurales urgentes y pagar parte de su deuda incluso después de que el Congreso le aprobó recientemente recursos adicionales por casi 17.000 millones de dólares para la atención de desastres, afirmó el lunes el presidente de la junta federal que supervisa las finanzas de la isla.
José Carrión dijo que Puerto Rico, que es territorio estadounidense, necesita reformar su sistema laboral, de asistencia social y de impuestos a las empresas a fin de reactivar su economía.
“Estamos conscientes de que algunas reformas no son políticamente agradables”, declaró Carrión durante la cumbre de inversiones en Puerto Rico, y advirtió que los recursos federales adicionales no resolverán los problemas “significativos” de la isla debido a la crisis económica que enfrenta hace 11 años y sus dificultades para recuperarse de los daños causados por el huracán María. “El costo de la recuperación será considerable. El gobierno federal no reembolsará todo”, agregó.
Asimismo dijo que la isla debe reembolsar una parte “razonable e importante” de su deuda pública de 73.000 millones de dólares. Las declaraciones de Carrión contradicen un plan fiscal que el gobierno puertorriqueño presentó en fecha reciente y el cual no asigna recursos para el pago de la deuda en los próximos cinco años. Una versión revisada del plan debía presentarse antes del martes, y es previsible que la junta y las autoridades locales choquen en algunos puntos.
El secretario de Asuntos Públicos, Ramón Rosario, aseguró en fecha reciente que el gobierno no recortará prestaciones a sus empleados en la isla como propuso la junta, que se espera apruebe un plan fiscal definitivo para el 23 de febrero. Muchos puertorriqueños temen que se apliquen medidas de austeridad adicionales incluso mientras siguen pasando apuros cinco meses después del paso de la tormenta de categoría 4.
“El proceso no estará libre de obstáculos y desafíos”, advirtió Carrión.
Durante la cumbre de las inversiones, algunos expertos tuvieron opiniones encontradas en cuanto a si Puerto Rico debía pagar parte de su deuda en los próximos años.
Matt Rodrigue, representante de un grupo que posee más de 3.000 millones de dólares en bonos del gobierno puertorriqueño respaldados con un impuesto sobre ventas y uso, dijo que la isla no ha podido acceder a los mercados de capital desde 2014.
Dijo que liquidar parte de la deuda ayudaría a Puerto Rico a regresar a esos mercados. Sin embargo, el abogado Richard Cooper, cuya firma asesoró antes al gobierno puertorriqueño, dijo que la atención debe centrarse en el crecimiento en los próximos años.
“Es la única manera en la que se les pagará”, afirmó Rodrigue en referencia a los acreedores. Noel Zamot, coordinador de revitalización de la junta, dijo durante la cumbre de las inversiones que a la fecha se han presentado 40 proyectos de desarrollo para ayudar a Puerto Rico a salir de su crisis, entre ellos proyectos de energía por 4.800 millones de dólares.
Dijo que la isla está interesada en proyectos relacionados con la electricidad, la vivienda, la gestión de desperdicios y el transporte.
“La vivienda se ha convertido en una cuestión crucial para Puerto Rico en este preciso momento”, agregó.
Según las autoridades puertorriqueñas, María destruyó entre 70.000 y 75.000 casas, y dañó otras 300.000. El Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos ha instalado 50.000 cubiertas azules temporales en los techos en toda la isla, aunque se necesitan casi 20.000 más.
La isla también tiene dificultades en el suministro de electricidad, y más de 400.000 usuarios continúan sin luz más de cinco meses después del paso de María. El mes pasado, el gobernador de la isla, Ricardo Rosselló, anunció que su gobierno podría privatizar la compañía eléctrica estatal en los próximos 18 meses.
Carrión dijo que las dos metas principales son reducir el costo de la luz y mejorar la confiabilidad del sistema eléctrico para coadyuvar al impulso del desarrollo económico de la isla. También subrayó la necesidad de una autoridad reguladora independiente.
El huracán, que azotó Puerto Rico el 20 de septiembre, causó la muerte de docenas de personas y daños por unos 94.000 millones de dólares.