Rafael A. Luna, pensionado de la Policía Nacional como sargento mayor, sirvió a la institución por 20 años. Padece de diabetes por lo que le amputaron parte de uno de sus pies. Vive de su pensión de RD$10.000.
Su suerte no es mejor que la del segundo teniente retirado Francisco Montero Morillo, de 47 años. Perdió el brazo derecho de un disparo que le propinaron mientras estaba de servicio. Su sueldo como pensionado es de 18,000 pesos.
El segundo teniente Orlando Reyes Rosado, sirvió durante 23 años. Alega que sufre de diabetes. Perdió un pie a causa de un hoyo que se le formó, consecuencia del uso de la bota del uniforme de servicio. Su pensión es de RD$13,000, y no tiene otra fuente de ingresos.
Es la triste realidad del policía pensionado, el que arriesgó su vida en las calles para garantizar la tranquilidad y la seguridad ciudadana, pero que solo viven para poder subsistir malamente.
Según el Ministerio de Trabajo, el salario mínimo para un civil oscila entre 11,900 para empresas pequeñas, 19,250 para empresas medianas y 21,000 pesos para empresas grandes. Pero para un policía retirado el salario mínimo es de 10,000 pesos.
Periodistas de elCaribe se dirigieron al Proyecto Habitacional de la Policía Nacional, en el kilómetro 17 de la autopista Las Américas, Santo Domingo Este. En el lugar se encontraron con el líder comunitario, mayor retirado Leónidas Antonio Ubrí Fortuna, quien presentó a diferentes pensionados.
Luna, por ejemplo, explica que su esposa lo mantiene. Para esto le cocina al sindicato de choferes que se encuentra cerca del proyecto. Asimismo su venta es entre 500 a 600 pesos.
En el mismo tenor dice que de 10,000 pesos que recibe del Estado, le quedan 7,500 porque tomó un préstamo en la cooperativa.
Durante la conversación, Luna rompió en llanto y denunció que en diciembre recibió una notificación de desalojo. Manifestó que vive en un apartamento que le entregó la institución, donde tiene viviendo más de 10 años, y si lo expulsan no tiene a dónde ir.
“Pido al excelentísimo presidente, Luis Abinader, que por favor tenga misericordia de nosotros, yo tengo una enfermedad catastrófica que es la diabetes, si me sacan de mi casa a dónde voy a parar”, externó Rafael.
Más testimonios
Mientras que Montero Morillo, al explicar su situación, dice que vive con su familia hace nueve años en el proyecto.
En medio de su relato, hace una pausa, mira a su alrededor y hace referencia al clima de tranquilidad que existe en el residencial. Con una mirada de impotencia y resignación dice que el premio de la policía para él es su vivienda.
“En el 2011, me dijeron que esa vivienda es mía”, no obstante le mandaron una notificación de desalojo. Externa que con su salario y su incapacidad no tiene forma de ir a otro sitio.
Reyes Rosado habla de como perdió uno de sus pies. “Cada vez que me ponía las botas era un dolor que sentía insoportable, no podía sentarme ni quitármela, porque si te sentabas tenías problemas”.
Declara, que su salario corresponde a 13,000 pesos, y no tiene otra fuente de ingresos.
Inflación les ha afectado
Para estos pensionados la inflación ha supuesto un cambio de vida, ya que argumentan que, con las pocas entradas no pueden subsistir. Además mantienen la incertidumbre de una orden de desalojo de sus apartamentos. En enero del año 2022 el presidente Luis Abinader anunció un aumento de las pensiones civiles y militares a 10,000 pesos. En ese momento, el jefe de Estado comunicó que la ejecución del proceso de nivelación de las pensiones civiles y las policiales tenían un impacto en el Presupuesto Nacional de 2,580 millones.