Instituciones gubernamentales, internacionales y de sociedad civil, presentaron los resultados de la encuesta ‘’Situación de la salud sexual, salud reproductiva y el VIH de las mujeres en la República Dominicana’’.
El 100 por ciento de las participantes en el estudio refirió haber sufrido violencia psicológica, el 33.3 por ciento física, el 13.1 por ciento sexual, y un 9.2 por ciento fueron violentadas a nivel económico.
El estudio, liderado por el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (Onusida) y realizado en conjunto con el Ministerio de Salud Pública, el Gobierno de los Estados Unidos, a través de su Agencia para el Desarrollo Internacional (USAID), el Ministerio de la Mujer, el Consejo Nacional para el VIH y Sida (Conavihsida) y la Alianza Solidaria para la Lucha Contra el VIH y Sida (Asolsida), fue realizado a nivel nacional en mujeres de 18 años de edad en adelante.
Violencia de parte de la pareja
Bethania Betances, directora de Onusida en la República Dominicana, destacó que el 53.6 por ciento de las encuestadas que estuvo casada o en unión libre alguna vez, han experimentado algún tipo de violencia por parte de su pareja.
Expresó que el porcentaje más altos de las mujeres que reportaron haber sufrido violencia, correspondió a menores de 19 años de edad y a las separadas temporalmente. Betances expuso que los resultados de la encuesta ayudarán a disponer de información actualizada que contribuirá a la toma de decisiones, para reducir las barreras de género que obstaculizan el acceso de las mujeres a los servicios de salud sexual y salud reproductiva, incluyendo prevención y atención al VIH, por lo que se midieron variables sociodemográficas, de salud, trabajo, violencia de pareja, autonomía y VIH.
La funcionaria indicó que el 78.9 por ciento de todas las entrevistadas no utilizó condón en su última relación sexual, como forma de prevenir el VIH y otras infecciones de transmisión sexual (ITS), y su uso fue mayor en mujeres separadas, en las que no tienen pareja fija, en las que tienen relaciones sexuales casuales y en las que viven con el VIH, mientras que el uso es mucho menor en mujeres víctimas de violencia, que alcanza apenas un 35 por ciento.