Ciudad. Aunque fue construido como una solución para agilizar la recogida de basura en los barrios de la capital, la Unidad de Transferencia de residuos del Distrito Nacional, en Villas Agrícolas, se ha convertido en un dolor de cabeza para los residentes en ese sector.
Ayer comunitarios de esa barriada denunciaron que la Unidad de Transferencia se ha convertido en un foco de contaminación. Aseguran que desde las 7:00 de la mañana hasta las 10 de la noche, los camiones recolectores de basura transitan por sus calles derramando lixiviado que deja un “hedor insoportable” en todo el ambiente.
El trayecto de los camiones termina en la intersección de la calle Moca con San Juan de la Maguana, en donde está ubicada la unidad de transferencia.
Los residentes en los alrededores dijeron que se están enfermando por la fetidez permanente que emana de los desechos que son depositados allí, cuyo destino final es el vertedero de Duquesa.
En la calle San Juan de la Maguana, el desorden de las empresas que se dedican al reciclaje, el mal olor y el tránsito de los camiones recolectores son algunos de los factores que, de acuerdo con los residentes, provocan que sus casas se llenen de ratas e insectos, lo que pone en peligro la salud de la barriada. Rolando Olivo, presidente de la junta de vecinos de la calle Moca, dijo que el problema con la basura en el sector se ha ido agravando luego de que comenzó el conflicto entre la empresa Lajún y los ayuntamientos.
“Estamos pasando por un caos porque toda la basura de la circunscripción 2 y 3 del Distrito Nacional están viniendo a depositarla aquí y al parecer la cantidad de la basura sobrepasó los límites en esa unidad”, dijo.
Llamó a las autoridades municipales a resolver el conflicto que mantienen con el vertedero Duquesa lo antes posible.
Piden sacar a Lajún del vertedero de Duquesa
El Bloque de Organizaciones Comunitarias que trabajan por el desarrollo sostenible de los barrios en las riberas de los ríos Ozama e Isabela, rechazó este miércoles cualquier acuerdo que la empresa Lajún quiera hacer con los alcaldes. Consideró que Lajún es una empresa “chantajista que puede poner en peligro la salud colectiva cada vez que quiera presionar”.