Los jóvenes Javier Hernández de Jesús y José Manuel Gómez Jiménez de la comunidad de El Brisal, en La Guáyiga, tuvieron la oportunidad de solamente dedicarle un corto tiempo de sus vidas a Dios bajo los principios y doctrina de la Iglesia Evangélica.
Sus ministerios fueron cortos. En el caso de José Manuel, de 38 años, en el 2020 decidió cambiar su modo de vida inestable y se refugió en la iglesia en busca de estabilidad emocional y espiritual. Mientras que, Javier, de 28, entregó su vida al Señor el 10 de enero del 2023.
Lamentablemente el pasado jueves en horas de la noche los jóvenes cristianos perdieron la vida en un presunto intento de robo, mientras se desplazaban en una pasola por el kilómetro 32 de la Autopista Duarte.
Para el pastor de la Iglesia Torre de Bendición, José Elías, así como para los familiares y amigos de los jóvenes, el poco tiempo que tuvieron Javier y José Manuel en los “caminos del Señor”, fue suficiente para transformar para bien la vida de ambos.
Tan pronto ingresaron a la congregación ambos se integraron activamente en las actividades de la Iglesia Torre de Bendición, ubicada en la comunidad de El Brisal. José Manuel, cariñosamente conocido como Joselo, era quien tocaba la güira y Javier, tocaba la tambora en el coro.
Además, pertenecían a movimientos juveniles como el Servicios de Capellanes Evangélicos, al grupo Varones de la Iglesia y eran muy activos en redes sociales como Tik Tok, donde mostraban sus dotes que poseían al tocar instrumentos musicales en el coro de la iglesia.
“Ellos tuvieron una metamorfosis igual como la oruga comienza a tener en su proceso para convertirse en mariposa. Dios trató en ellos de una manera sobrenatural y en ese poco tiempo la comunidad vio el cambio”, relata el pastor José Elías.
Destaca que antes de que los jóvenes decidieran “convertirse al Señor” su integridad y su carácter humilde eran ya reconocidos y apreciados por todos los vecinos.
Luego de ser cristiano, Joselo formó un hogar. Se casó y vivía junto a su familia compuesta por cuatro hijos.
Javier comenzó a hacer doctrina desde que se arrepintió hace un año. “Rápidamente pasó a ser un instrumento de la voluntad de Dios para salvar vida a través de su ejemplo”, relata el pastor donde el joven se congregaba.
La madre de Joselo todavía no se adapta a hablar de su hijo de forma pasada. Mientras conversaba siempre se refería a su hijo en presente.
“Él es mi hombre, él es mi apoyo, es mi todo. Si me encuentra haciendo algo viene y me dice ven mami yo lo hago no afane tanto”, son algunos de los lamentos que expresa la señora Germania Jiménez mientras permanecía llorando en un mueble de su humilde casa.
A pesar del dolor que le causa la muerte de su hijo, la señora mostró en su palabra empatía con la madre de los desaprensivos que mataron a los jóvenes.
“No quiero que los maten porque eso no me va a devolver a mi hijo. Segundo, el mismo dolor que siento, van a sentir las madres de ellos”, sostiene.
¿Cómo ocurrieron los hechos?
Familiares de los dos jóvenes detallan que ambos salieron a buscar un vehículo que Joselo tenía pintando en un taller en Villa Altagracia.
“Joselo compraba y vendía vehículos, entonces cuando él llega de trabajar como a las 6 de la tarde, él le dice Javier que lo acompañe a buscar la guagua en el taller de pintura para que de allá para acá Javier venga en la pasola y él en el vehículo”, narran los familiares.
Las autoridades policiales han informado que los jóvenes fueron interceptados por delincuentes que pretendían asaltarlos. Le dispararon varios tiros. Javier murió al instante y Joselo falleció en el hospital.
Policía mata a Linquito en presunto enfrentamiento
El jefe de la Policía, mayor general Ramón Antonio Guzmán Peralta, visitó el pasado sábado las casas de los familiares de los siervos evangélicos.
La madre de Joselo expresó que el director de la Policía le prometió que pronto le daría respuestas sobre el paradero de los responsables de la muerte de su hijo.
Al día siguiente, la Policía Nacional informó que uno de los implicados en este caso cayó muerto a tiros en el sector Arroyo Indio, en el municipio de Pedro Brand, durante un supuesto enfrentamiento con agentes de la Dicrim.
Se trata de un hombre identificado solo como “Linquito”. De acuerdo con el reporte, “Linquito”, portaba de manera ilegal marca Taurus, calibre 9mm, con la cual atacó a los agentes actuantes.
“Se vieron en la imperiosa necesidad de repeler la agresión contra “Linquito”, detalla la Policía. La uniformada indicó que se amplían las investigaciones para identificar a la persona que acompañaba a “Linquito”.