De acuerdo a estimaciones de IMS Health, una entidad internacional que mide los mercados farmacéuticos, el despacho de los medicamentos de libre venta sin receta en el país mueve entre 40 a 50 millones de dólares anuales, que al cambio actual, superan los RD$2,000 millones anuales.
La información la ofreció el vicepresidente ejecutivo de ARAPF, Juan Miguel Madera, quien detalló que el año pasado la Dirección General de Medicamentos, Alimentos y Productos Sanitarios (Digemaps) del Ministerio de Salud Pública, aprobó un listado compuesto por más de 200 sustancias o principios activos que pueden ser vendidos sin prescripción médica y que por su seguridad no suponen riesgos para el consumidor.
En ese sentido, el director de la Asociación de Fabricantes de Medicamentos de Libre Acceso (Afamela) de México, Ricardo Ramírez Montoya, quien se encuentra en el país invitado por la ARAPF para hablar sobre autocuidado responsable, valoró las ventajas de estos fármacos para el tratamiento de síntomas no graves de padecimientos comunes, como son resfriados, indigestiones, diarreas agudas o dolores musculares.
Ahorro significativo
Dijo que un estudio realizado en febrero de este año reveló que atender o diagnosticar un resfriado común en México, puede llegar a costar entre US$50 a US$70, frente a un promedio de US$1 a US$7 que podría suponer su tratamiento con medicamentos de libre venta sin receta.
Según el especialista en regulación sanitaria, el uso de estos fármacos tiene un impacto económico importante en los países, ya que libera en cierta medida, la presión de los presupuestos públicos de salud, reducen considerablemente el ausentismo laboral y los costos de atender complicaciones futuras.
Según Ramírez los riesgos asociados a la automedicación son menores cuando se hace de manera informada y responsable, teniendo en cuenta que su uso no está indicado para el tratamiento de enfermedades crónicas, sino para atender síntomas leves. “Las recomendaciones de muchos de estos medicamentos es que no se utilicen por más de tres o cinco días porque pudiera significar un padecimiento distinto, no sólo el manejo del síntoma no grave”.
Dijo que la sinergia entre la Afamela y las autoridades ha permitido establecer diferencias claras para que los pacientes sepan distinguir, por citar un ejemplo, entre una gripe común y una influenza, que es un padecimiento más delicado que requiere atención clínica.
ARAPF busca ampliar el acceso a estos fármacos
Según el ejecutivo de ARAPF, estos productos se han estado vendiendo en el país desde hace más de 60 años y lo que buscan es que se definan los criterios para habilitar su venta en supermercados, colmados y gasolineras que amplíen el acceso. Ramírez destacó que en México esto se hace con autorización sanitaria e instrumentos de verificación aplicados por la agencia reguladora que garantiza que los productos tengan calidad, seguridad y eficacia.