El sargento de la Policía, Lázaro Cristóbal Amador, se convirtió en la víctima número 10 en la lista de crímenes cometidos por delincuentes en la parte oeste de la provincia Santo Domingo en lo que va de este mes.
De acuerdo con reportes de prensa, entre las víctimas hay cinco civiles y el resto miembros de los organismos de seguridad ciudadana.
Cristóbal Amador cayó la noche del jueves en la prolongación 27 de Febrero, próximo a la entrada de la Ciudad Agraria, en Santo Domingo Oeste, cuando delincuentes le dispararon para quitarle su arma de fuego.
Ese mismo día mataron a Jorge García, un teniente retirado del Ejército, de 67 años, quien fue ultimado para ser despojado de su arma de fuego en la comunidad de Arroyo Lebrón de Pedro Brand.
El domingo 20, en Pedro Brand mataron a tiros al raso de la Policía Fullcy Pereira Laureano, a quienes dos delincuentes intentaron quitarle su pistola.
En esa fecha, en Los Alcarrizos resultó muerto el sargento Enrique Ogando Berigüete, asignado a la seguridad del Metro. El 15 de agosto en el sector de Hato Nuevo, en Manoguayabo, la señora Esperanza Severino, se dirigía a su trabajo y quedó entre una balacera de bandas.
El 14 de este mes ultimaron a tiros en Hato Nuevo, Manoguayabo, a Daniel Antonio de la Rosa para quitarle un arma.
Mientras que el día 13, delincuentes mataron en Las Palmas de Herrera a un policía de apellido Montilla Hernández, cuando intentaron robarle su arma.
El sábado 12, desconocidos ultimaron a tiros al comerciante Gregorio Antonio Burgos Brito en un colmado del sector Pueblo Nuevo, en Los Alcarrizos. Ese mismo día, tres hombres mataron a tiros a Kelvin Rivas (Chevi), de 29 años, mientras este se encontraba ingiriendo bebidas alcohólicas en un colmado del sector La Piña, del municipio de Los Alcarrizos, Santo Domingo Oeste.
El día ocho mataron a un hombre de unos 25 años, no identificado, en el sector de Hato Nuevo.
Policía ordena acciones contra delincuencia
Ante los últimos acontecimientos ocurridos en la parte oeste de la capital, en el que han perdido la vida civiles y miembros de la Policía, y otros han resultado heridos para despojarlos de sus armas de reglamento, la dirección de la Policía impartió instrucciones para que “identifiquen, persigan y apresen a los autores de estos hechos”. Asegura que los crímenes han sido cometidos por una banda, cuyos blancos son los policías armados.