La construcción de esta primera planta de transformación de residuos en energía ‘Waste to Energy’ está pautada para iniciar en 12 meses, la cual permitirá procesar 350 toneladas de basura al día y generar unos 55 megawatts de electricidad.
El proyecto a gran escala en el país que estará listo en unos 30 meses, marca un hito en el desarrollo de la tecnología a través del procesamiento de la basura para reducir el almacenamiento en vertederos y aprovecharlos para la generación de energía renovable.
La aplicación de esa tecnología que se ha extendido en el mundo desarrollado como fuente de materia orgánica reversible para la generación energía está a cargo de la empresa Streamline Integrated Energy Corp. (SIE), la cual supondrá una inversión de 129 millones de dólares. La planta, que estará ubicada en San Pedro de Macorís, procesará hasta 127,750 toneladas anuales de desechos y tendrá una capacidad de producción de electricidad de 55 megavatios, equivalente al consumo de unos 70.000 hogares.
La información fue ofrecida por los ejecutivos SIE en una presentación virtual del proyecto para los medios de comunicación, encabezada por Mitchell van Heyningen, presidente y Marc Mcmenamin, director de Operaciones, así como Freddy Peña, asesor financiero, y Mario Méndez, asesor ambiental, junto con otros ejecutivos de la firma de capital estadounidense.
Durante la presentación del proyecto sobre el manejo de la basura, Méndez destacó la importancia de la construcción de la planta para resolver el problema social, medioambiental, de salud y amenaza al turismo que representan este tipo de basureros.
Dijo, además, que la construcción es una de las más novedosas de Centro América y el Caribe, con la cual se podrá disponer de una manera adecuada de los desechos sólidos, en busca de poder eliminar los focos contaminantes que emanan de la basura. “Este proyecto permitirá eliminar los lixiviados contaminantes que filtran a las aguas subterráneas y la eliminación de arrastres de desechos”.
Explicó que, desde el punto de vista de generación, al utilizar la basura como fuente de energía renovable, se estaría logrando una reducción de emisión del dióxido de carbono (CO2) por kilovatio de energía generada.
En el ámbito de la salud, sostuvo que con la puesta en marcha de la planta ocurrían mejoras significativas antes los problemas sanitarios, con la eliminación de explosión a enfermedades tales como leptospirosis, malaria, y dengue.
Mientras Freddy Peña, asesor financiero del proyecto, explicó que la valorización energética de los residuos sólidos es una tecnología que se ha amplio en el mundo desarrollado como fuente de materia orgánica renovable.
En ese contexto, señaló que algunos países desarrollados disponen del más de 50 por ciento de su basura como fuente renovable para la producción de energía en este tipo de instalaciones, lo que permite eliminar o sustituir las operaciones de botaderos a cielo abierto no controlados, “situación que tenemos en República Dominicana”.
Peña puso como ejemplo a los Estado Unidos, donde dijo existen unas 90 plantas en operación. Igualmente, Europa que tiene unas 400 plantas que, de manera consolidadas procesan unos 700 millones de residuos al año y generan 50 millones de megawatts en horas de electricidad.
“El mayor impacto será lograr eliminar estos botaderos no controlados que tenemos en el país y que el Ministerio de Medio Ambiente ha identificado 350 de este tipo, donde la basura se dispone sin ningún tipo de control ambiental”.
Igualmente, indicó que la planta fue diseñada para que opere sin aumentar los costos actuales del cabildo, utilizando una tecnología probada en la Unión Europea (UE), que mejora la capacidad de producción integrando el proceso a un ciclo combinado de gas propano, con lo cual se logra minimizar el costo de disposición final. Además, cumple los rigurosos parámetros ambientales de la UE.
“Contribuye a la diversificación de la matriz de generación eléctrica en el país, en el ámbito de las energías renovables reguladas por la Ley 57-07(sobre Incentivo al Desarrollo de Fuentes Renovables de Energía) y de sus regímenes especiales y resuelve un problema social y medioambiental”, expresó.
Beneficios
El presidente de SIE, Mitchell Van Heyningen, en una misiva dijo que la iniciativa representa el punto de partida de un proceso técnico, ambiental y económicamente sostenible, que ayudará a resolver el problema de la disposición final de la basura y que beneficiará a la población, al medioambiente y a la municipalidad al contar con la tecnología más avanzada en manejo de residuos en el país y la región.
Afecta la salud y turismo
Según destacó el Ministerio de Medio Ambiente, mediante la resolución de marzo del 2018 que ordena en 4 años el cierre del basurero de San Pedro de Macorís, la proliferación de basureros a cielo abierto es una amenaza para la salud, medioambiente y el desarrollo del país, especialmente para el turismo.
La institución aseguró que esa situación ha “provocado la contaminación del suelo, del aire, de las aguas superficiales y subterráneas, así como la afectación estética del paisaje”, y este tipo de manejo de la basura “representan riesgos para la salud pública” por los gases que producen y “la proliferación de vectores transmisores de enfermedades”.
Destaca que “afecta el crecimiento del turismo pues degrada los ecosistemas y los recursos naturales, nuestra principal riqueza y fuente de desarrollo”, y afirma que la eliminación de este tipo de vertederos “es una necesidad imperiosa” para la protección ambiental y la salud pública.
A través de la resolución, explica que de acuerdo con estudios realizados por esa entidad en el 2002 el basurero de esa provincia está situado en la llanura costera oriental, compuesta por rocas calcáreas arrecifal y arena, y subyacen bajo su subsuelo acuíferos correspondientes a la clasificación B.1, por lo que es considerado un terreno desfavorable para este tipo de operaciones, ya que la permeabilidad va de media a alta, representando un riesgo de contaminación de las aguas del subsuelo.