Entre los partidos aliados, Dominicanos por el Cambio ha tenido gran ventaja frente a otros que apoyaron al PRM
Hasta ahora, en los primeros 12 meses de gobierno, el presidente Luis Abinader, con la excepción del Código Penal, no ha dado un solo disgusto a sus aliados de la sociedad civil y en los medios de comunicación, cuando de tomar decisiones o designar personas se trata.
Una actitud contraria ha tenido con los partidos políticos, que desde el gobierno han sido descalificados para ocupar ciertas posiciones, incluso se intentó recortar los fondos que por ley están destinados a las organizaciones.
Esta última decisión quedó sin efecto por intermediación de un sector del propio gobierno que desautorizó al director de Presupuesto, José Rijo, a llevar a cabo la medida. La Junta Central Electoral (JCE) también intervino en el tema para favorecer las organizaciones.
La actitud de las organizaciones frente al gobierno no ha sido la misma. Incluso, al menos en dos ocasiones en los 12 meses de gobierno, han visitado el Palacio Nacional varios representantes de los partidos que integran el Foro Permanente de Partidos Políticos (Fopppredom) y, al menos en palabras, han tenido una actitud de colaborar con el gobierno frente a la crisis generada por la pandemia.
Los sectores de la sociedad civil son hasta ahora los aliados más aventajados en lo que va de gobierno,junto con el partido Dominicanos por el Cambio, que lidera el presidente del Senado, Eduardo Estrella. Pero además de esa organización, el PRM ganó el poder con la alianza formal de otros cinco partidos, que aunque sus directivos tienen cargos en el gobierno, no alcanzan el poder que tienen la sociedad civil y Estrella en la gestión de Abinader.
El gobernante ha recibido un amplio apoyo en su discurso de designar personas no vinculadas a los partidos en los órganos extrapoder como la Cámara de Cuentas e incluso, en otras instituciones que forman parte del organigrama del Poder Ejecutivo, como la Procuraduría General de la República y la Dirección de Compras y Contrataciones Públicas.
Solo de Participación Ciudadana entre técnicos y directivos, trece personas dejaron la entidad para ocupar cargos en el gobierno y otros órganos del Estado.Entre las figuras que resaltan están quien fuera el director ejecutivo, Carlos Pimentel, que fue designado director de Contrataciones Públicas y Chami Isa, escogido miembro titular de la JCE.
En cargos como la Defensoría del Pueblo terminó imponiéndose el favorito de la sociedad civil, Pablo Ulloa, a pesar de que era un secreto a voces que el PRM había prometido el puesto a Fidel Santana, expresidente del Frente Amplio y aliado de ese partido.
La cuota de los partidos aliados
Los partidos aliados al PRM en las pasadas elecciones fueron el Partido Humanista Dominicano (PHD), su presidente, Eléxido Paula, dirige la Dirección General de Desarrollo a la Comunidad (Procomunidad); el Frente Amplio ganó la diputación nacional en alianza con la organización, pero sus miembros no tienen otros cargos en el gobierno.
También Alianza por la Democracia (PAD), cuyo presidente, Max Puig, es el vicepresidente del Consejo Nacional para el Cambio Climático; y Luis Miguel De Camps, presidente del Partido Revolucionario Socialdemócrata (PRSD), ministro de Trabajo. País Posible fue otra organización aliada, y su presidente Milton Morrison, es gerente de Edesur.
En el caso de Dominicanos por el Cambio, además de la presidencia del Senado, Abinader designó al hijo de Eduardo Estrella, Eduardo Guarionex Estrella, viceministro del recién creado Ministerio de la Vivienda y Edificaciones.
Iglesias vs. sociedad civil
El tema que ha puesto en jaque al gobernante con la sociedad civil es el de cumplir la promesa que hizo en campaña el PRM, de aprobar el Código Penal con la despenalización del aborto en tres circunstancias. Desde esos litorales le han hecho todo tipo de reclamos incluidas protestas. Cuando parecía que se aprobaría manteniendo la penalización del aborto, la sesión del Senado fue abortada por falta de quorum.
Para los representantes de las iglesias ese hecho fue responsabilidad de otros poderes del Estado y señalan directamente al Palacio. Así lo externó monseñor Víctor Masalles, uno de los miembros más radicales de la iglesia con ese tema.
“Por un lado el Presidente dice que dejó al Congreso actuar en libertad; Faride le dijo a un periodista: “El presidente me llamó y me dijo: ‘detén eso’”; a Estrella se le pregunta si tiene presión y a uno dice: “no”, y a otro: “sí, del Palacio”. ¿A quién creer en todo esto?”, declaró.
Antes de eso, advirtió sobre el tema. “Hoy y mañana son los días en los que los senadores tienen la oportunidad de demostrar que ellos no son simples peones de un tablero que otro maneja, sino hombres y mujeres con principios claros y definidos, y que representan dignamente al pueblo que los eligió”.
Actitud ante aliados de coyuntura y activistas
La Fuerza del Pueblo (FP) ha sido un aliado político circunstancial del PRM e incluso, llevaron candidatos comunes al Senado en las pasadas elecciones. Sin embargo, hay casos que han dejado un sabor amargo en el hoy partido de oposición que lidera Leonel Fernández. Fue el caso de la Defensoría del Pueblo, una institución que la FP peleó hasta el final para Henry Merán, sin embargo, el PRM con mayoría en el Senado, prefirió de nuevo complacer a sus aliados de la sociedad civil escogiendo a Pablo Ulloa, que además tenía el respaldo del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), principal enemigo político del PRM. Los activistas sociales nombrados en el gobierno han recibido fuertes críticas, como son los casos de Bartolomé Pujals, Jhonatan Liriano y Carlos Pimentel.