El pasado 4 de abril se registró un incendio en una tienda de aires acondicionados que redujo en escombros su edificación, ubicada en el sector Manganagua, casi esquina avenida 27 de Febrero con Privada, en el Distrito Nacional.
No se reportaron heridos ni muertos, pues el Cuerpo de Bomberos del Distrito Nacional pudieron sofocar a tiempo el siniestro. Sin embargo, una situación se ha generado en los días posteriores que aún mantiene intranquilos a los residentes de las casas y apartamentos que están en los alrededores del lugar.
Y es que indigentes y usureros aprovechan la oscuridad de la noche para treparse sobre las residencias que están ubicadas en las cercanías de los terrenos de la tienda. Esto, con el objetivo de rebuscar entre los corotos y residuos objetos de valor que pudieran permanecer allí.
Las pisadas sobre los techos, los sonidos de los golpes en los patios producidos por los trepadores que se las ingenian para brincar hacia el lugar, así como la incertidumbre de que estos mismos pudieran aprovechar e ingresar a las casas para violar el interior de las propiedades privadas; tienen a los moradores en un estado de intranquilidad total.
Todas las noches
Anderson Guerrero, quien vive detrás del terreno que alberga los escombros de la tieda de aires acondicionados, relata que desde que ocurrió el incendio no ha podido conciliar el sueño ya que casi todas las noches tiene que soportar que personas estén merodeando encima de su casa.
“Es una situación terrible, nos mantiene en vilo. Uno nunca sabe cuándo uno de ellos pueda intentar ingresar a la casa y robarse todas nuestras cosas. Lo peor es que los escombros siguen ahí y los agentes de la policía no han podido evitar que esto siga ocurriendo”, explica Guerrero.
En varias ocasiones, efectivos de la Policía Nacional han tenido que acudir al llamado de los residentes. Incluso, han arrestado a uno que otro de esos usureros. Sin embargo, el problema persiste.
“Los dueños de la tienda deberían recoger esos escombros para evitar que estas personas sigan metiéndose a ese lugar”, cuenta Guerrero.
Estas declaraciones se suman a la de otros vecinos que también tienen el grito al cielo, por lo que piden que la empresa recoja los residuos del siniestro para ver, si de una u otra forma, esta situación termina por resolverse.
El incendio
El siniestro en la tienda de aires acondicionados se generó alrededor de las 7:00 de la noche del pasado 4 de abril.
En ese momento, el jefe del Cuerpo de Bomberos del Distrito Nacional, José Luis Frometa Herasme, informó que la tienda tenía “gran cantidad” de combustible dentro.
“La gran cantidad de combustibles que tenía este edificio, mucho cilindro de gas que usan para refrigerantes, gas etileno, gasoil, y cuando se incendió nos dimos cuenta y empezamos las evacuaciones de lugar”, dijo a la prensa en esa ocasión.