El presidente del Consejo Nacional de Unidad Sindical (CNUS) y el secretario general de la Confederación Autónoma Sindical Clasista (CASC) coincidieron ayer en que el proyecto de reforma de la ley 87-01, de Seguridad Social planteado por el Poder Ejecutivo contiene más aspectos positivos que negativos. Rafael (Pepe) Abreu y Gabriel del Río Doñé expresaron por separado que la pieza, que es objeto de discusión por los distintos actores que componen el Sistema Dominicano de Seguridad Social (SDSS), ha sido una exigencia del movimiento sindical y de otros sectores de la sociedad que reclaman la adecuación y mejora de la normativa, vigente desde hace dieciséis años.
Según el presidente del CNUS, Rafael (Pepe) Abreu, existen sectores interesados en dejar las cosas tal y como están para continuar haciendo de la salud, los riesgos laborales y el sistema previsional y de pensiones un lucrativo negocio.
“Ahora uno ve a muchísima gente haciendo oposición a la posibilidad de que la ley se modifique y cualquiera se confunde, porque cualquiera cree que están defendiendo a alguien, y no es defendiendo a nadie, es defendiendo sus intereses”, manifestó Abreu.
Señaló que existe una serie de cuestiones por resolver pero que “la gente que ha manejado eso como negocio no quieren que se haga”, resalta el sindicalista.
En ese sentido, ve con buenos ojos que la iniciativa del Ejecutivo contemple la imprescriptibilidad de los derechos a pensiones por sobrevivencia, que actualmente expiran a los dos años, la afiliación de dependientes hasta el tercer grado de consanguinidad en el Régimen Contributivo, las restricciones al veto absoluto de que disponen empleadores y trabajadores y la puesta en marcha de la atención primaria, entre otros puntos.
Por su parte, Del Río Doñé considera positivo que se contemplen multas para obligar a las Administradoras de Riesgos de Salud (ARS) a brindar sus servicios con eficacia y la finalización definitiva de la existencia del Instituto Dominicano de Seguros Sociales (IDSS).
“En sentido general, la ley recoge gran parte de los aportes que los trabajadores hemos citado, y esperamos que esa ley pueda salir lo más pronto posible”, dice.
“Torre de Babel”
Pepe Abreu narra que la última reunión celebrada el pasado 20 de febrero en el Palacio Nacional para discutir la pieza, fue como una especie de “Torre de Babel”, en donde todos los actores involucrados expresaron puntos de vista discordantes, al punto de que la reunión concluyó sin un mínimo acuerdo.
Por esa razón, Abreu considera que si en verdad el Gobierno quiere mejorar el sistema de Seguridad Social para acercarlo a la población no puede esperar a tener un consenso absoluto con todas las partes. “A alguien habrá que afectar”, advierte.
Atención primaria es requisito
Rafael (Pepe) Abreu también recordó a la Asociación de Clínicas y Hospitales Privados (Andeclip) que la atención primaria es un requisito para cualquier sistema de Seguridad Social, la cual persigue organizar la atención en salud.
Dijo que en países desarrollados, como España, Francia, Finlandia y Suecia, las atenciones sanitarias que imperan son las brindadas por el Estado y en menor grado, por el sector privado. “Ellos (Andeclip) quieren impedir todo lo que entienden competencia con ellos sin tomar en cuenta que el tema de salud usted no puede tratarlo como un negocio cualquiera, como una competencia entre gente que vende camisas de diferentes marcas, ahí se trata un tema que tiene que ver con la vida de las personas”.
A favor de un veto condicionado
Abreu manifestó que el veto absoluto como está planteado actualmente ha permitido al sector empresarial bloquear las iniciativas favorables a los afiliados, razón por la cual plantea que exista un veto condicionado para temas esenciales para la población asegurada, mediante el cual se establezca un tiempo determinado para llegar a un acuerdo. “Pero si un sector insiste en oponerse entonces el Estado debe tener derecho a imponerlo, porque se presume que el Estado tiene que velar por el bien común. En ese orden somos partidarios de un veto condicionado, no absoluto como es ahora”.
Tímido en pensiones
Abreu y Doñé también coincidieron en que el proyecto tiene debilidades en materia de pensiones.
“En el sistema previsional, el Gobierno ha sido tímido, no quiere tocar a las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP). Uno se imagina que es por no chocar con el sector financiero. Uno sabe que hay esos impedimentos. En su propuesta, el Gobierno se limita sencillamente a decir que en el caso de las AFP las ganancias en las comisiones que ellos tienen deben ser establecidas por la Superintendencia de Pensiones. Nosotros consideramos que no, que ahí deben establecerse claramente dos pilares: un pilar de reparto, donde todo el mundo participe y ese pilar de reparto garantice el 80% de tasa de reemplazo para los trabajadores cotizantes y que debe haber también un pilar voluntario, donde aquel que tenga ingresos por encima del promedio pueda también hacer una cotización adicional para si quiere tener una pensión superior pueda lograrlo en base a que tiene mayores ingresos y que esa parte se maneje de manera privada, que la manejen las AFP”, explica el presidente del CNUS.
En lo relativo a la eliminación del Régimen Contributivo Subsidiado, que plantea el proyecto de reforma, ambos sindicalistas recuerdan que el mismo nunca entró en vigencia por que no fue factible.
Mientras, Gabriel del Río está de acuerdo con que aquellos trabajadores informales que puedan pagar la Seguridad Social entren al Régimen Contributivo, y los que no, pasen al Régimen Subsidiado, Pepe Abreu, es más cauto al señalar que es un tema que debe estudiarse.
Hay dos anteproyectos más en el Congreso
Además de la propuesta gubernamental, en el Congreso cursan otros dos anteproyectos para reformar la ley de Seguridad Social: uno en la comisión de Seguridad Social y Trabajo de la Cámara de Diputados y otro en el Senado, de la autoría de Charlie Mariotti. “La Seguridad Social tiene tantos intereses que todo el mundo desde que se planteó el tema de la modificación se está moviendo alrededor de los intereses que representa”, advierte Abreu. En ese sentido, dijo que la discusión del tema no debe ser interminable. “Cuando el Gobierno vea que no hay posibilidad de ponernos de acuerdo en todo, debe actuar y someterlo, porque tiene mayoría congresional y para algo debe tenerla, que no sea solamente para cosas políticas, debe tenerla también para el bien común, como es la Seguridad Social”, dijo.
Reacciones
Las aseguradoras no quieren la afiliación hasta el tercer grado porque dicen que la gente va a meter a los enfermos y a los viejos. Ellos quieren a los jóvenes y sanos”
Rafael (Pepe) Abreu (CNUS)
En sentido general, la ley recoge gran parte de los aportes que los trabajadores hemos citado, y esperamos que esa ley pueda salir lo mas pronto posible.”
Gabriel del Río Doñé (CASC)