Ciudadanos que acudieron al Canódromo este sábado a retirar sus motocicletas, aseguran que la burocracia para la entrega de vehículos se mantiene, pese a que es notable una reducción del tiempo de espera y en filas a las afueras del lugar.
A pesar que en meses anteriores el cúmulo de ciudadanos a las afueras del Canódromo era el pan de cada día, este sábado el panorama fue despejado.
Ciudadanos acudieron al lugar en busca de sus motocicletas asegurando que permanece la burocracia para la entrega aún con sus documentos al día.
Jhobany De Jesús reside en Arroyo Hondo y es propietario de un negocio de moto prestamos desde hace varias días acude al centro de retención en busca de seis motocicletas y hasta el momento no ha podido retirarlas.
Según las autoridades del Instituto de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre el proceso se está agilizando luego de la situación presentada donde miembros de la prensa y el defensor del pueblo fueron agredidos.
La DIGESSETT tiene contemplado la construcción de un centro de retención vehicular más moderno y estaría ubicado en la Circunvalación de Santo Domingo.
Se recuerda que una comisión designada por el Poder Ejecutivo y el defensor del Pueblo, Pablo Ulloa acordaron iniciar la entrega de vehículos que se encuentran amontonados en ese centro de retención.
La medida se produjo a raíz del incidente que protagonizaron agentes Digesett en el Canódromo, donde resultaron agredidos el Defensor del Pueblo, Pablo Ulloa, y varios periodistas.
El defensor del pueblo, Pablo Ulloa, junto a una comitiva, y periodistas de CDN Canal 37 y otros medios, acudieron al Canódromo. La visita la motivó una denuncia que recibió la Defensoría del Pueblo sobre supuestas irregularidades en este depósito de vehículos.
A su llegada al Canódromo, Ulloa, sus colaboradores y miembros de la prensa se encontraron con una administración que se negaba a una inspección. Por eso, empleados del Canódromo y agentes de la Digesett recurrieron a la fuerza para impedir que la Defensoría realizara el levantamiento de lugar.
Hubo golpes, forcejeo, palabras fuera de tono… en fin, el hecho llevó a la suspensión de quien se desempeñaba como encargada del Canódromo. Y se abrió una investigación para esclarecer lo sucedido.