El senador Adriano Sánchez Roa dijo estar sorprendido de que se requiera una “transformación” del aeropuerto Internacional de la Américas, pues la empresa Aeropuertos Dominicanos Siglo XXI S.A., (Aerodom) cuando recibió la concesión se obligaba a cumplir con un cronograma de obras con los ingresos obtenidos de los viajeros, ya que el objeto final era mantener y modernizar las instalaciones.
“El propósito fundamental del Estado dominicano en la concesión con Aerodom es garantizar un servicio de calidad al pasajero, lo que aún ha estado por verse y, la renovación y expansión de los aeropuertos a su cargo para la administración, operación, mantenimiento, explotación económica, por lo que las autoridades deben obligar a esta empresa a cumplir las obligaciones contraídas”, dijo el legislador en una nota de prensa.
Sánchez Roa indicó que si hoy se requiere una transformación en esa terminal, como informó el director del Departamento Aeroportuario, Marino Collante, fue porque Aerodom no cumplió con la concesión, de manera que es el momento de que se revise el contrato aprobado por el Congreso Nacional.
Lamentó que hoy el gobierno reconozca que el aeropuerto de las Américas se halle “rezagado si se compara con otras terminales del área”, cuando el mismo ha generado cientos de millones de dólares, de los cuales era obligatorio realizar las inversiones para que hoy contáramos con un moderno.
Sánchez Roa preciso que la argumentación del supuesto bajo tráfico de pasajeros para Aerodom retener en sus manos y beneficio los valores que en aquel momento recibía el Departamento Aeroportuario por concepto de la tasa de US$1.30, así como también mantener una distribución desequilibrada del cobro de US$15.8 por pasajero, quedó sin efecto en el momento en que esta empresa admitió en las transacciones de la emisión de los US$550 millones en Bonos, que sus operaciones financieras e ingresos eran rentables y suficientes para asumir el pago de dicho préstamo.
El legislador fronterizo recordó que la conclusión a que se llegó con la investigación de estos bonos fue que los mismos no podían pagarse con los recursos generados en los aeropuertos concesionados, ya que era necesaria mantener la inversión; por eso es extraño que ahora el aeropuerto de Las Américas carezca de modernidad.
Sánchez Roa precisó que a esta concesión de Aerodom le quedan sólo 7 años, y no doce, como señalara el director del Departamento Aeroportuario, “porque una pieza que apruebe el Congreso Nacional, en ambas Cámaras, solamente la puede modificar el propio Congreso, a solicitud del Poder ejecutivo, y eso no se ha producido”.
En consecuencia, consideró que la extensión de los cinco años del 2024 al 2029, dispuesta por la Comisión Aeroportuaria el 8 del mes de marzo de año 2004, carece de legalidad, lo que se une a la no verificación de los informes de inversiones supuestamente realizadas por esta empresa; de manera que es preciso abrir una investigación inmediata en torno a esta concesión, ya que los intereses del Estado y el país podrían estar seriamente lesionados.
Sánchez Roa dijo que deben auditarse el tráfico histórico de pasajeros, las inversiones, el estado de los aeropuertos y los los ingresos reales, y el gobierno abstenerse ante cualquier solicitud o iniciativa, a espera de que la empresa cumpla.