Roberto Rodríguez no le concedió a Odebrecht la construcción del acueducto de la Línea Noroeste, ya que la contratación fue realizada directamente por el Poder Ejecutivo.
Así lo aseguraron ayer los abogados del exdirector del Instituto Nacional de Agua Potable (Inapa), en el primer día de su defensa técnica, quienes indicaron que Rodríguez no podía ser sobornado por Odebrecht, como asegura el Ministerio Público (MP), debido a que sobre éste no había ningún poder para asignar la obra, que en el 2000 en el gobierno de Hipólito Mejía, era la más importante del país social y políticamente por la escasez del agua.
El abogado Claudio Stephen hizo un recorrido de la historia que envuelve la construcción de la referida obra, mostrando los documentos oficiales y noticias relacionados a ella publicadas por los periódicos nacionales desde el 1999.
Stephen indicó que a finales de 1999 se hizo un acuerdo para la construcción del acueducto y se le dio la obra al Consorcio Acueducto Noroeste formado por la brasileña Constructora Andrade Gutiérrez y la dominicana Hidráulica Agrícola Civil, C x A (HAYCIVILCA), quienes tenían financiamiento, sin embargo, el empresariado, la oposición ni la Iglesia católica estaban de acuerdo con que se concediera la obra sin ninguna licitación ni concurso.
Dijo que para 2000, alrededor de un mes después de que el expresidente Hipólito Mejía, llegara al Gobierno, convocó a concurso para que empresas nacionales e internacionales participaran con la presentación de ofertas para la construcción del acueducto de la Línea Noroeste, entre estas estaban Odebrecht-Amina.
Luego del concurso, Mejía designó una comisión compuesta por varios asesores hidráulicos, quienes eran reconocidos expertos en la materia, para que analizaran las propuestas de las compañías concursantes, y éstos meses después, en abril de 2001, recomendaron a dos, ellas fueron Odebrecht, con mayor atención, y Biwater.
Stephen continúo diciendo que para julio de 2001, Mejía le concedió un poder especial a Rodríguez para que procediera a realizar las formalidades para el contrato con Odebrecht-Amina.
Y que el exmandatario Mejía estaba actuando de manera transparente, ya que dijo para ese entonces no existía la Ley de Contracciones Públicas.
“Magistrado, y hay dudas si esto fue majeado pulcramente, de manera ejemplar, por la presidencia de la República”, dijo Stephen.
Mostró una noticia de uno de los periódicos de la época donde se lee que Mejía aseguró que solo él decidía lo del acueducto y que la responsabilidad era suya.
Explicó que Marcelo Yardin fue quien firmó el contrato por Odebrecht, y no Marcos Vasconcelos, quien en las declaraciones premiadas que presentó el MP involucra a Rodríguez, y que por lo tanto él no sabía nada de la obra.
Para noviembre de 2001 Odebrecht le comunicó a Inapa que no había podido conseguir el financiamiento para la obra en el tiempo requerido ya que la notificación sobre la adjudicación de la obra fue recibida extemporáneamente, por lo cual la aprobación y tramitación del financiamiento se extendería para mediados del 2003.
Es entonces, prosiguió diciendo, que Odebrecht sugirió como alternativa de financiamiento establecer negociaciones con el Consorcio Acueducto Noroeste, quien había conseguido el financiamiento pero no se llegó a negociar con él por los cuestionamientos que se hicieron en el 1999.
Odebrecht le envió a Inapa el contrato de consorcio suscrito entre éste y el Consorcio Acueducto Noroeste mediante el cual se consagra los acuerdos arribados por las partes para la construcción de la obra financiada por una entidad bancaria brasileña. Dijo que la obra tuvo un costo inicial de más de 161 millones de dólares y concluyó con el mismo monto.
Con respecto a lo dicho por el MP de que Rodríguez firmó una adenda II y que se le agregó 15.6 millones de dólares al costo del acueducto en cuestión, y que por lo tanto fue resultado de un soborno, Stephen afirmó que la única manera de establecer que hubo una irregular con el dinero y que hubo sobreevaluación, que representa un 10 por ciento, es presentando una auditoría de la Cámara de Cuentas, la cual dijo que no fue depositado por el MP.
“Entonces lo único que usted tiene como acusador es un simple alegato… ¿dónde está la probabilidad de la comisión de un delito o de condena magistrado sin esa auditoría?”, expresó.
Cheque no es de Rodríguez
El MP acusa a Rodríguez de recibir en 2002 sobornos por la construcción el acueducto mediante cheque, sin embargo, la defensa dijo que el referido cheque es de 2009 y que tampoco fue remitido para Rodríguez.
Asimismo, el abogado Francisco Campos explicó que cuando Rodríguez ingreso a ser director del Inapa en 2000 contaba con un patrimonio de 18 millones de pesos, y al salir en 2004 poseía 20 millones de pesos con la cual no tuvo enriquecimiento ilícito como afirma el MP en su acusación.