Río Nizao: una joya hídrica que requiere de más cuidado

Favorece el suministro de agua potable, la agricultura y la electricidad, pero no escapa de las agresiones

Contaminación del río Nizao bajo el puente que divide las comunidades de Nizao y Palenque. Foto: Jhonny Rotestán
Contaminación del río Nizao bajo el puente que divide las comunidades de Nizao y Palenque. Foto: Jhonny Rotestán

El río Nizao es uno de los más importantes de la República Dominicana, y no es para menos. Su cuenca ubicada en la región sureste del país abastece de agua potable a más de 1.7 millones de personas y suministra el 40% del agua potable a la ciudad de Santo Domingo. Asimismo, produce agua de riego que beneficia el regadío de 14,000 hectáreas de vocación agrícola en las provincias de Peravia y San Cristóbal.

Sumado a esto, dicho recurso hídrico tiene y produce tanta agua que favorece la generación de energía eléctrica a nivel nacional a través del complejo de presas hidroeléctricas (Jigüey, Aguacate, Valdesia) y el contraembalse (Las Barias) construidas sobre su cauce. Entre todas tienen una potencia instalada de 204 megavatios que, según datos, representan la tercera parte de la capacidad hidroeléctrica total instalada en el país.

Aún con este latente aprovechamiento del río Nizao para el consumo de agua potable en los hogares, y sus aportes a la agricultura y electricidad, sus turbinadas aguas no escapan de las agresiones que amenazan su conservación.

Como ejemplo, a su paso debajo el puente de Lucas Díaz, ubicado en la provincia de San Cristóbal, las riberas del afluente son afectadas con el cúmulo de desechos sólidos depositados por los residentes de la comunidad que lleva igual nombre que la infraestructura. Por igual, en este punto sufre con el vertido de aguas servidas que provienen del sector de Santana en la misma demarcación.

Comunitarios de esta zona, entrevistados por elCaribe, reconocen que en esta parte del río se ha descuidado su protección por parte de quienes habitan en sus cercanías.

“Esa basura siempre se ha echado ahí porque el Ayuntamiento de Yaguate, al estar un poquito lejos, el camión de la basura casi no lo vemos. A veces hacen operativos de la Iglesia y eso dura dos o tres días limpio, pero otra vez todo vuelve a la normalidad. Ahí mismo en esa cabecera baja el agua de los contenes y se siente que está muy infectada”, dijo Alexander Casillas, residente en el sector Lucas Díaz.

Vertedero improvisado en la cercanía del río Nizao en la comunidad Lucas Díaz. Foto: Jhonny Rotestán

Al continuar en su recorrido por los sectores Nizao y Palenque, para su desembocadura en el Mar Caribe, el río también es embestido por la cantidad de envases plásticos desechables que se encuentran en su reducida afluencia bajo el puente Nizao que divide ambas comunidades.

La contaminación a lo largo de esta área se debe a que se ha convertido en un popular espacio de balneario en la que los visitantes alquilan pequeñas casetas hechas de canas con mesa y hasta un fogón para cocinar, pero una vez consumen los productos y alimentos tiran su desperdicios por doquier.

Algunos comerciantes afirman que recogen constantemente los desperdicios para proteger el que es hoy un lugar de esparcimiento, sin embargo, precisan que no todos se unen en esta acción o solo se aseguran de adecuar el espacio frente a sus puestos de alquiler.

“Los platos y las botellas de lo que se beben las tiran ahí mismo en el río, no tienen un tanque o algo donde pueden entrar la basura. Eso también nosotros mismos lo hemos descuidado, también tenemos la culpa. Si yo no veo que tu entras, no entro a limpiarlo. es lo que pasa con el que tiene el rancho. Si nosotros nos ponemos todos juntos a entrar al río con sacos y fundas a limpiar vuelve de nuevo a ser como era, lo que pasa es que la gente aquí no le gusta nada de eso, solo tener cuarto en los bolsillos y por ahí mismo se van”, explicó Mauricio Valdez, vendedor en la zona debajo del puente.

Desechos plásticos en el río Nizao, bajo el puente que divide las comunidades de Nizao y Palenque. Foto: Jhonny Rotestán
Algunos comerciantes de la zona sacan del río Nizao decenas de desechos sólidos. Foto: Jhonny Rotestán

Debe ser el más atendido

Para contrarrestar estas agresiones, a las que también se agregan a deforestación y extracción irregular de agregados que por décadas ha padecido en el rio Nizao, las autoridades emplean acciones con las que aspiran a garantizar el aprovechamiento sostenible y recuperación del afluente, que forma parte de las 15 cuencas hidrográficas que han sido declaradas prioritarias por la actual gestión gubernamental.

En este orden, recientemente el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (Indrhi) y la Empresa de Generación Hidroeléctrica Dominicana (Egehid) iniciaron la recuperación del contraembalse Las Barias, trabajo coordinado con la Junta de Regantes Nizao – Valdesia y que contará con la supervisión del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales.

Este contraembalse, que está agua debajo de la presa de Valdesia, aporta entre 10 y 12 metros cúbicos por segundo para el aanal Marcos A. Cabral que irriga toda la agricultura de la provincia de Peravia. Por igual, aporta cerca de 8 metros cúbicos por segundo para el canal Nizao – Najayo que irriga toda la agricultura de la zona occidental de la provincia de San Cristobal.

La primera etapa del operativo para su limpieza conllevó la extracción de sedimentos y adecuación del cauce del río Nizao, en el tramo comprendido entre la salida de la descarga de la central hidroeléctrica de la presa de Valdesia y el muro del contraembalse. Al mismo se aplicaron trabajos de rehabilitación y mejoramiento del canal Nizao – Najayo en un tramo de 13 kilómetros, desde La Cabria hasta Juan Barón.

Como otra de las medidas implementadas, también se realizó una jornada de reforestación en la cuenca baja del río Nizao, en San Cristóbal, en el marco del Plan Nacional de Reforestación y Restauración de Ecosistemas Forestales, cuyo propósito es contribuir a la restauración de áreas hidrográficas en zonas afectadas por la deforestación, los incendios forestales y el cambio climático.

Consultado sobre si, además de las mencionadas, se requieren mayores medidas para la para la protección y/o recuperación del río Nizao, el geólogo Osiris de León consideró necesario que el 10% de los beneficios económicos que produce este importante recurso hídrico, en términos de energía hidroeléctrica, sea invertido en el manejo integral de la cuenca, priorizando la reforestación con el acompañamiento de todos los comunitarios interesados en participar en esas actividades como forma de trabajo local bien remunerado.

Destacó que aunque proceso de limpieza de Las Barías fue iniciado a través de un acuerdo firmado con dos empresas, sin costo económico alguno para el Estado dominicano, también es preciso poner atención a la alta sedimentación de los embalses de Jigüey, Aguacate, Valdesia, que se incrementa con cada tormenta tropical o huracán que pase sobre el territorio nacional.

“Los acueductos y los canales de riego de toda la zona de Peravia, San Cristobal y una parte importante de Santo Domingo se abastecen del río Nizao, lo que implica que el río Nizao debe ser el rio más atendido en términos de manejo integral de su cuenca hidrográfica, a través de un extenso programa de reforestación y una integración racional de las comunidades con el manejo de las cuencas donde participen el Ministerio de Medio Ambiente el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos y la Empresa Generadora de Hidroeléctrica Dominicana”, indicó De León.

Al detallar los aportes del río Nizao, principalmente a través de la presa de Valdesia, que suministra cerca de 180 millones de galones de agua para los acueductos de Santo Domingo, San Cristobal y Baní, De León enfatizó que dicha presa debe ser complementada “urgentemente” con la presa del río Haina.

“La demanda de agua crece exponencialmente, y habiendo ya una crisis de abastecimiento de agua, por incremento natural de la demanda diaria, y frente a los desafíos de largas sequías por efectos del cambio climático, el Estado dominicano debe proceder urgentemente a crear las condiciones sociales para completar los estudios geológicos, geofísicos y geotécnicos para los diseños y la inmediata construcción de la presa del río Haina, ” dijo el especialista.

Subcuencas y límites del río Nizao

Nace aproximadamente a cinco kilometros de la sección Rancho en Medio. Cubre parte de las provincias San José de Ocoa, San Cristóbal, Monseñor Nouel y La Vega.

Presenta orografía principalmente montañosa, conformada por las subcuencas de los ríos: Banilejo, Arroyo Bonito, Arroyo Cazuela, Arroyo Copey, Arroyo Jagüey, Mahoma, Mahomita, Malo y Mucha Agua.

Limita al norte con las cuencas de los ríos Yuna y Yaque del Norte, al este con las cuencas del río Haina y Nigua, hacia la porción oeste del con las cuencas de los ríos Ocoa y Baní, hacia la parte sur y sureste limita con la cuenca Arroyo Sainaguá y el mar Caribe.

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