Legisladores de distintas bancadas refutaron la advertencia de la Finjus, de que la credibilidad de la Junta Central Electoral (JCE) se vería afectada si se le da la facultad de organizar las primarias de los partidos políticos y consideraron, en cambio, que esta como árbitro imparcial, ayudaría a evitar el descalabro de los partidos.
El vocero del Partido Reformista, Máximo Castro Silverio, consideró que organizar las elecciones internas de los partidos debe ser una de las principales responsabilidades de la JCE. Expuso que el deterioro de los partidos es justamente por la ausencia del órgano rector de comicios en los procesos.
“Por eso es que los partidos se han dividido, porque no hay un árbitro con responsabilidad institucional que pueda dar testimonio de lo que pasó en los procesos”, dijo.
Dilepcio Núñez, del PLD, sostuvo que la Junta representa para los partidos un “calmante” para los dirigentes en los procesos internos. “Porque están inscritos en dos y tres organizaciones y los dirigentes están sometidos a diario a un chantaje, entonces con la JCE eso se resuelve, la JCE es el órgano donde todos debemos creer, porque donde no debemos creer es en las organizaciones políticas.
En tanto que el diputado perremeísta, secretario de la comisión que estudia la ley de partidos, Víctor D’Aza, señaló que si la JCE está facultada para realizar las elecciones generales del país, también está capacitada para organizar excepcionalmente a los partidos que se acojan al sistema de primarias en sus elecciones internas.
De su lado, el diputado reformista Fausto Ruiz manifestó que debe haber una combinación entre los partidos y la JCE, con la logística, porque a las organizaciones políticas no se les debe quitar su responsabilidad.
A juicio del abogado Namphi Rodríguez, en el sistema constitucional no hay ningún resquicio que permita extender por ley las competencias de la JCE para inmiscuirse en la vida interna de los partidos políticos imponiéndole la organización de elecciones primarias.