La República Dominicana se encuentra en el puesto número 85 de 180 países en materia de salud ambiental, con una puntuación actual de 64.86, de un 100% de rendimiento, posición que, sino mejora, arraigaría consecuencias ambientales y de sanidad no favorables según el más reciente estudio del año 2018 del Índice de Rendimiento Ambiental (Environment Performance Index, EPI), por sus siglas en inglés, elaborado por las prestigiosas universidades de Yale y Columbia. El EPI proporciona una base cuantitativa para comparar, analizar y comprender el rendimiento medioambiental de 180 países en total. EPI posee 24 indicadores que se agrupan dentro de 10 categorías.
Calidad del aire
La investigación elaborada también junto al Centro de Estudio para la Red Internacional de Información sobre Ciencias de la tierra y el Centro de Leyes y Políticas Ambientales de Yale, indica que respecto a la calidad del aire el país está posicionado en el puesto número 63, con un 77. 96%, de los cuales utiliza tres indicadores para medir la calidad: uso de combustible sólido doméstico, exposición media de PM 2.5 y excedencia de PM 2.5.
El “PM” (Exposición a partículas), es el material “particulado” respirable presente en la atmósfera en forma sólida o líquida, sea en polvo, cenizas, hollín, partículas metálicas, cemento y polen.
Recursos hídricos
En cuanto a este reglón la República Dominicana ocupa el lugar número 45, que dentro de las otras categorías posee un mejor desempeño, con un 90.17%. El principal problema de los recursos hídricos es el tratamiento de las aguas residuales que contaminan ríos, lagos y océanos en el país.
Calidad del agua y saneamiento
Por otro lado, señala el tema de la calidad del agua y saneamiento, que se coloca en el número 108, con apenas un 42.4%. Este porcentaje es medido con relación al saneamiento como la proporción de la población expuesta a los riesgos para la salud de su acceso al saneamiento, definido por el tipo de “inodoro primario utilizado por los hogares”. Mientras que el agua potable es evaluado con la proporción de la población expuesta a los riesgos para la salud de su acceso al agua potable, definida por la fuente primaria de agua utilizada por los hogares.
Exposición a metales: plomo
Prosigue con la exposición de metales pesados a la que está la población dominicana en el rango 162 con un 29.34%. La exposición al plomo como una amenaza medioambiental importante debido a sus graves efectos en la salud humana a largo plazo causando enfermedades catastróficas. El plomo se puede encontrar en el aire, el polvo, el suelo y el agua, así como en los hogares y en los diversos bienes de consumo humano.
Biodiversidad y hábitat
Por otra parte, la protección de la Biodiversidad y hábitat es asignada al puesto 50 con un 87.06%. Respecto al área marina protegida es evaluado según el porcentaje de áreas marinas protegidas (MPAs) dentro de la zona económica exclusiva de un país, la protección de bioma terrestre, áreas protegidas, ponderado por la composición global de biomas (conjunto de ecosistemas característicos de una zona), índice de protección de especies de las distribuciones de especies en un país con áreas protegidas.
Bosques
Según las Naciones Unidas aproximadamente 1,6 mil millones de personas dependen de los bosques para su sustento, sin embargo, nos encontramos en la posición número 107, con un tímido 10.42% de desempeño. En este reglón la EPI evalúa la pérdida de la cubierta del árbol, es decir, el área total de la pérdida de árboles en áreas con una ocupación de arbustos superior al 30% dividida por el crecimiento forestal en el año 2000. “Aplicamos un promedio móvil de 5 años para captar mejor las tendencias en las estrategias de manejo forestal”, apunta el documento.
Pesca
La entidad precisa que la pesca mundial es un recurso fundamental para la seguridad alimentaria, así como para el empleo y los ingresos. En ese orden, la República Dominicana se encuentra en una posición favorable, la número 12 con un promedio de desempeño eficiente de 74.1%.
Clima y energía
Con relación al clima y energía el país se sitúa en la posición número 46 con un 61.27%, un desempeño aceptado con relación a las políticas actuales, pero que puede mejorar. Como parte de las acciones gubernamentales para reducir las emisiones de CO2 el país se sumó al acuerdo sobre el clima de París del año 2015 donde reconoce la magnitud del desafío climático y acciona a favor.
La contaminación atmosférica
Estos son el óxido de azufre (SOX) y el óxido de nitrógeno (NOX) que pueden causar acidificación, lo que puede degradar la calidad del suelo y del agua. En este aspecto el país obtuvo la posición 45, con un 65.46% de puntuación.
Apenas alcanza un 8.11% en la posición 166 de 180
En tanto que, con relación al rendimiento de la agricultura el país se ha “quemado” en las pruebas por llegar a la posición número 166 con tímidamente un 8.11%.
“La agricultura y la ganadería sostenibles dependen de un uso mejor y más eficiente de los recursos para romper este vínculo. Los fertilizantes ricos en nitrógeno apoyan el crecimiento de las plantas y por lo tanto son vitales para el sector agrícola, sin embargo, la contaminación por nitrógeno tiene el potencial de causar daños generalizados si se gestionan de manera inadecuada”, amplían Yale y Columbia en el informe.
El índice de rendimiento ambiental 2018 utiliza datos de la base de datos de emisiones para la investigación atmosférica global, además del inventario de emisiones antropogénicas globales de contaminantes del aire gaseoso y “particulado”.