Dice que no le corresponde pedir perdón por los crímenes cometidos por su abuelo porque él ni había nacido
Un miembro de la segunda generación de los Trujillo ha decidido participar en la política. Hijo de Angelita Trujillo, la hija del dictador, y Luís José Domínguez, coronel de la Fuerza Aérea durante la dictadura, Ramfis Domínguez Trujillo tomó la decisión a pesar de que la historia y su propio nombre y apellido lo vinculan a la etapa más oscura del país: la dictadura de su abuelo Rafael Leónidas Trujillo, que vio su fin hace 57 años, nueve antes del nacimiento de Ramfis. Nació en Estados Unidos, profesional de la administración y tiene empresas de bienes raíces en Miami, donde ha desarrollado su vida.
Se declara amante del estudio de la historia mundial y especialmente de la dominicana, habla cinco idiomas (español, inglés, francés, italiano y portugués), toca piano y guitarra, le gusta cantar y correr. El divorciado y padre de tres hijas. Se define como una persona disciplinada, de fe en Dios que participa en misa todas las semanas. Su estilo en la conversación es bastante jovial y lo propio en su forma de vestir: pantalón jeans, sin corbatas y zapatos sin media.
Cuando le toca hablar de su enfoque de la política reniega de todo lo que ha conocido el país hasta ahora, pues dice que “no soy Trujillo” y “no soy un político tradicional”. Se declara como un demócrata y su discurso es como música para los oídos de los dominicanos: mentalidad de los norteamericanos porque con ellos se formó; nacionalista partidario de expulsar a los haitianos ilegales y la construcción de un gran muro en la frontera “porque fue de Haití que nosotros nos independizamos, no fue de ningún otro país”; mano dura contra la delincuencia, quitarle a los políticos lo que afirma se han robado del pueblo y freno al endeudamiento.
El discurso de Domínguez Trujillo encaja perfectamente en el calificativo de populista antipolítica que ha calado en varios países de América Latina y el mundo. “He sido claro y contundente en que he repudiado los vicios no solo de la dictadura de Trujillo, sino de todas las dictaduras y que el modelo político más conveniente para estos tiempos es la democracia. No podemos vivir enquistados en la historia porque a mí me han querido adjudicar que soy nieto de Trujillo, que soy nieto del dictador, yo soy yo. Yo no escogí los padres ni la familia. Yo soy yo, y le digo a la gente me tiene que conocer a mí. Salgo de la mejor democracia del mundo que es la de los Estados Unidos, mi formación educacional, política, ideológica salen de ahí y eso es lo que quiero copiar, es lo que quiero emular aquí”, expresó el político.
Domínguez Trujillo sostuvo que no tiene que pedir perdón por los actos que cometió su abuelo. “Nosotros no heredamos las cosas mal hechas de nuestros padres. Yo no puedo pedir perdón por algo en lo que yo no tuve absolutamente ningún tipo de participación, no puedo permitir que me adjudiquen, que me endilguen, las cosas mal hechas ni de mi papá, ni de mi mamá, y menos de mi abuelo que siquiera conocí. Sería una hipocresía y una demagogia de parte mía pedir perdón, claro que puedo satisfacer el morbo de la gente y Ramfis el político puede hacerlo, pero sería una postura hipócrita, sería una hipocresía total porque no fui partícipe y hacerlo sería convertirme en un político tradicional, y yo soy todo menos un político tradicional”, subrayó.
Expresó que lleva con orgulloso sus apellidos Domínguez Trujillo, pero que no representa la figura histórica de Trujillo. “Soy Domínguez Trujillo, pero modelo 2018, mejorado, con formación enteramente democrática, un demócrata a carta cabal”, sostuvo.
Dijo que aún no ha colocado vallas porque respeta la Ley de Partidos que lo prohíbe y la resolución de la Junta Central Electoral. Expresó que por ahora está recorriendo los 158 municipios del país y que hace encuentros que denomina “café con Ramfis”. “No voy a dar discursos, no escribo discursos porque hablo con el corazón, porque soy un político coherente, no voy hacer promesas”, dijo.
Trujillo Domínguez aseguró que en las actividades que realiza no ha tenido actitudes de rechazo por parte de la gente, pero si en los medios de comunicación cuando participa en entrevistas. “No he tenido ni una sola expresión de rechazo o de ataque, pero por los medios (de comunicación) sí, pero lo entiendo porque hay libertad de expresión y abogo para que se respete el artículo 49 de la Constitución”, señaló. Dijo que entre las cosas la gente le pide es “usted tiene que sacar a todos los haitianos”.
Del nieto del dictador se ha dicho que no podría inscribirse para las elecciones del 2020 porque supuestamente no cumple con los requisitos constitucionales, especialmente el artículo 20 que exige una renuncia diez años antes en caso de doble nacionalidad. Sin embargo, dijo que cumple con todas las exigencias legales.
“Si no tuviera todas las facultades que me da la Constitución para postularme a la Presidencia, no estaría en esto, haciendo este ejercicio que pesa sobre los recursos, el tiempo, te aleja de la familia. Es un sacrificio difícil que uno tiene cuando se incursiona en la política porque estamos hablando de hacer una oposición férrea contra el gobierno por lo que no vamos a perder el tiempo incursionando sobre un proyecto sin tener esa plena facultad”, expresó entrevistado en su apartamento ubicado en el onceavo piso de un edificio en Piantini, de la capital.
Niega hubiera mediación económica por apoyo PDI
Sobre el acuerdo con el Partido Demócrata Institucional (PDI) que lo postula a la Presidencia, dijo que fue por la amistad que tiene con el presidente de la organización, Ismael Reyes, y afirmó que no hubo razones económicas de por medio. Explicó que trabajan identificando los candidatos a cargos congresuales y municipales para presentarlos a partir de marzo del 2019. Domíguez Trujillo aseguró que cuenta con más del 20% de apoyo en las encuestas y que ha tenido un crecimiento mayor de lo esperado. Sostuvo que en caso de que su proyecto no logre el apoyo para ganar en el 2020 continuará en la política porque lo hace por pasión y amor al pueblo. Dijo que prefiere una mujer para la candidatura vicepresidencial y que en caso de que gane la Presidencia el 50% de su gabinete será de mujeres, con “Una vicepresidenta con pantalones y con mano dura para resolver los problemas”.