En los últimos meses la sociedad dominicana se ha visto envuelta en una ola de crímenes y muertes que sin mirar clases sociales, vínculos de amistad, noviazgos, familia o hijos de por medio, han causado la conmoción de todo un país que clama por una cultura de paz ante la incógnita ¿Dónde está quedando la salud mental de las personas?
La muerte del ministro de Medio Ambiente, Orlando Jorge Mera, la pareja de esposos en Santiago Rodríguez, el asesinato de la joven de Villas Agrícolas y su novio herido.
También la muerte de una joven y su madre a manos de una expareja en Puerto Plata, así como un hombre que apuñaló y mató a un amigo de la infancia en Barahona, son parte de los casos que mantienen a los dominicanos en vilo.
El psiquiatra Secundino Palacio Castro, médico psicoterapeuta, señala que la falta de un crecimiento humano colectivo sujeto a las normas de la sociedad, han dado como resultados personas con un bajo umbral de tolerancia a las frustraciones.
Quienes se convierten en psicópatas y enanos emocionales, por supoca capacidad de resistir fracasos, y en la más mínima diferencia y disensión, responden con violencia y criminalidad.
¿Qué incide en una persona para que intente o desee matar a otra?, el doctor Palacio expresa que los focos de esta causa se dirigen ante la carencia de valores, como son la falta de amistad, afecto, ternura, buen vivir, dejadas a un lado por la búsqueda de ganancias individuales.
“El antisocial no se decreta se construye, cuando un sujeto nace, nace desnudo, en piel, no nace ni con Dios ni con diablo, ni con palabras descompuesta sino que aprendemos esas cosas, las cuales comienzan en la niñez y adolescencia, y en el transcurso de vida se va desarrollado en un comportamiento psicópata o antisocial’’, indicó Palacio.
Además, enfatizó que la construcción de personas con poca responsabilidad social está provocando que la humanidad se divida y segmente, y como consecuencias se paralicen las verdaderas soluciones ante los problemas colectivos.
Hay tres instancias en la que se forman los seres humanos, el hogar, la escuela y las calles, estos tres espacio son los sectores en los que de una u otra manera, los psicópatas o ´´enanos emocionales’’, reciben antivalores, donde estructuran el trastorno antisocial de personalidad.
Por otro lado, en la sociedad dominicana la pobreza, marginalidad, exclusión social, búsqueda de ganancias secundarias, y la pérdida del nivel de ciudadanía responsable, son los que puntos que hoy en día generan la violencia
‘’Miles de dominicanos con una educación superior no asumen un nivel de ciudadanía responsable en la cotidianidad de la vida, por eso, lo valores, el afecto, y el buen vivir están desgracia en RD, y los antivalores están predominando’’, dijo Castro.
Hoy por hoy, la Republica Dominicana necesita una cultura paz, y políticas públicas que prioricen la salud mental desde los hogares, escuelas y sociedad, que dentro del marco de las normas puedan establecer una convivencia civilizada, con un desarrollo más amplio en los conocimientos, y acción a la salud emocional y psicológica.
‘’La única respuestas es incentivar una cultura de paz y debemos convocar a todos y a todas, al liderazgo político, empresarial, estudiantil y todos los sectores, los cuales debemos estar involucrados en trabajar en la cultura de paz‘’.
El Gobierno precisa de tratamientos sociales emergentes, garantes de resultados que originen cambios antes que surja un nuevo Miguel de un Orlando, un Carlos de una pareja, un Víctor de una ex novia, un Waldi de una suegra y un marcos de un amigo, que sin palpitar ni pensar derramaron sangre de personas inocentes.