La detección del sexo de un bebé a través de la sangre materna ya es posible en el país, gracias a la introducción de esta tecnología en los laboratorios clínicos Referencia.
Dicha prueba es capaz de determinar el género del feto a partir de las ocho semanas de embarazo y establecer la probabilidad de heredar la hemofilia, retinosis pigmentaria, enfermedad de Norrie, retinoquisis, ictiosis y las distrofias musculares de Duchenne y de Becker, entre otras enfermedades genéticas.
La directora técnica de la Unidad de Identificación humana por ADN de Referencia Laboratorio Clínico, Eileen Riego, explicó que la determinación del sexo del feto a partir de una muestra de sangre de la madre no es exclusiva para parejas que tengan una condición genética que puedan transmitir a su descendencia, sino que también es para embarazadas que desean conocer el sexo de su bebé ya sea porque no se identifica por ultrasonografía, o por curiosidad.
Indicó que esta prueba, es parte de un grupo de estudios conocidos como DPNI o pruebas prenatales no invasivas, las cuales evitan las complicaciones de los estudios tradicionales invasivos, ya que estos procedimientos intrauterinos como el diagnóstico citogenético o molecular prenatal donde se colectan células del tejido fetal, pueden provocar la pérdida del embarazo y posibles complicaciones obstétricas, hasta en un 0.5 al 3 por ciento de los casos.
La especialista de Referencia explicó que la determinación del sexo, se basa en la obtención de ADN fetal (en sangre materna) para la posterior detección de secuencias específicas del cromosoma masculino y la probabilidad de que el bebé padezca una patología genética.